El pronóstico coincide con estimaciones de proveedores de hardware para las líneas aéreas.
“En enero de 2018, alrededor de 90 aerolíneas ya habían instalado o se habían comprometido a instalar, soluciones de conectividad a bordo”, dijo Pacome Revillon, CEO de Euroconsult. “Ofrecer conectividad ahora es imprescindible para la mayoría de las aerolíneas más que constituir solo un factor diferenciador, que también lo es”.
En el actual período, descrito como una fase de puesta en marcha, las compañías aéreas han buscado fundamentalmente el modelo de fijación de precios adecuado. Los pasajeros pueden disfrutar de accesos gratuitos promocionales o pagar una tarifa aplicada por hora, por vuelo o mensualmente.
“Los ingresos en aviación comercial por el servicio de conectividad superaron los 1.200 millones de dólares el año que terminó y llegarán a los 8.700 millones de dólares para la próxima década”, según Euroconsult, que a su vez esperan que el aumento en el número de aeronaves conectadas y en el consumo de ancho de banda por pasajero estimule el crecimiento.
La experiencia del pasajero mejorará gracias a los satélites de nueva generación y las redes aire-tierra que aumentan el ancho de banda disponible. Se prevé que los costes unitarios sigan disminuyendo. La consultora destaca en el informe que los pasajeros pueden estar seguros de que la transmisión de video se convertirá en un estándar.
Mientras tanto, los principales actores de este mercado (Panasonic, Gogo, Thales InFlyt, Global Eagle, Inmarsat y ViaSat), en opinión de Euroconsult- están inmersos en una competencia feroz. Se esfuerzan por ofrecer una mayor capacidad a un coste unitario más bajo. “La rivalidad es tan intensa que algunos se han presentado demandas legales entre ellos”, afirma la consultora.
Lo cierto es que, en los próximos años, será prácticamente una norma volar en aviones con conectividad wifi y de entretenimiento.