La enorme tormenta está causando estragos en las redes de transporte ferroviario y aéreo, y apagones con alertas de evacuaciones urgentes aún vigentes en amplias áreas. Dicho esto, las pistas, plataforma, estacionamiento y sótanos del aeropuerto internacional de Kansai, ubicado sobre una isla artificial en la Bahía de Osaka, quedó completamente sumergido por las aguas.
Se estima que alrededor de 3.000 personas quedaron atrapadas en el edificio terminal considerando que el puente que conecta al aeródromo con tierra firme quedó afectado por el choque de una embarcación, producto de la convulsión de las aguas por vientos que alcanzaron los 162 kilómetros por hora.
Más de 750 vuelos están afectados, cancelados o reprogramados en varios aeropuertos japoneses. Por ahora no se ha informado sobre daños a aeronaves.
Hay además afectación en provisión de energía eléctrica y continúan las advertencias por deslizamiento de tierra, implacables vientos y más inundaciones.