Un Boeing 767-300ER con matrícula I-NDOF de la línea aérea NEOS, que volaba entre Verona, Italia y Zanzibar, Tanzania, se encontró peligrosamente cerca de un Boeing 737-800 (ET-ASJ) de Ethiopian Airlines, que volaba en sentido contrario de Johannesburgo, Sudáfrica y Addis Abeba, Etiopía, por error del controlador de tránsito aéreo, ambas a 37.000 pies de altura.
Menos de un minuto antes de que ambos aparatos convergieran, la tripulación del 737 etíope ascendió a 38.000 pies gracias a la advertencia del sistema anticolisión TCAS, evitando una tragedia. Posteriormente, el jet de pasillo único volvió a descender a su altitud de crucero, continuando así ambos aviones hacia sus destinos sin más incidentes. El acercamiento fue tal que ambas aeronaves llegaron a cruzarse con una separación inferior a 700 pies de altitud.
El TCAS advierte a los pilotos de la presencia de otras aeronaves equipadas con transpondedor que puedan representar una amenaza de colisión en el aire (MAC). Por reglamentación internacional de la OACI, todos los aviones comerciales de más 19 pasajeros deben obligatoriamente equipar este sistema de seguridad.
Este incidente ocurrió en el marco de una huelga de ya 10 días llevada adelante por controladores de tráfico aéreo etíopes que exigen, entre otras cosas, mejores condiciones laborales y salariales. Según una denuncia hecha por la Asociación de Controladores de Tráfico Aéreo de Kenia (KATC), país vecino a Etiopía, para mantener las aeronaves volando en espacio aéreo etíope, el gobierno de esa nación contrató CTA’s sin experiencia para asumir la función dejada por los huelguistas, lo que estaría generando un caos en toda esa región africana.