Elon Musk dio la nota, al dar a conocer su próximo proyecto, que es nada más y nada menos que un avión eléctrico. Esto se dio en un podcast en Youtube, en donde la charla entre el conductor y el magnate fue tan amena que se tomaron un poco de whisky, además de probar un poco de la “yerba brava”.
“El 2018 ha sido un año especialmente duro para Musk, así que no voy a ser yo el que critique sus gustos en materia de estupefacientes. La marihuana es probablemente la parte más anecdótica de una entrevista bastante interesante en la que el veterano emprendedor explica cuál es la clave de los aviones eléctricos (Minuto 01:15 del vídeo)”.
“El truco está en la transición de ascenso a vuelo. La energía que necesitas para un despegue o aterrizaje vertical no es la misma que necesitas para volar a alta velocidad. Lo interesante de los aviones eléctricos es que para llegar lo más alto posible necesitas de una densidad en las baterías que pueda sobrepasar la energía potencial de la gravedad. Una vez que superas el tirón de la gravedad y estás a gran altitud, la energía que usas para vuelo de crucero es muy baja, y además puedes recapturar una gran parte de esa energía en el vuelo de descenso. En realidad no es necesaria tanta cantidad de combustible”, dijo el empresario sudafricano.
La pregunta es, ¿por qué un avión y por qué ahora? Musk explica que había cuestiones mucho más importantes que atender que le han impedido desarrollar el prototipo de su avión eléctrico.
Los coches eléctricos son importantes, la energía solar es importante, la manera en la almacenamos esa energía es importante. Todas esas cosas son mucho más importantes que crear un avión de despegue vertical eléctrico.
Según explica, su idea es crear un avión tipo VTOL, o sea, capaz de despegar y aterrizar en vertical. Además, pretende que el vehículo sea capaz de alcanzar velocidades supersónicas. Parece un objetivo ambicioso, y el inventor millonario no ha adelantado ninguna fecha o plazo para presentar ese invento. Musk se ha mostrado especialmente vehemente a la hora de hablar de nuestra dependencia de los combustibles fósiles, a la que no ha dudado en calificar como el experimento más estúpido en la historia de la humanidad.
“Realmente estamos jugando a un juego muy loco con la atmósfera y los océanos. Estamos tomando grandes cantidades de carbono de las profundidades de la tierra y poniéndolo en la atmósfera. Es una locura. No deberíamos hacer eso. Es muy peligroso. Deberíamos acelerar la transición a la energía sostenible. Lo extraño es que, obviamente, nos quedaremos sin petróleo a largo plazo.
Solo hay una cantidad limitada de petróleo que podemos extraer y quemar. Eso es totalmente obvio. Debemos tener una infraestructura energética y de transporte de energía sostenible a largo plazo. Sabemos que ese es el punto final, lo sabemos. Entonces, ¿por qué ejecutar este experimento absurdo donde tomamos trillones de toneladas de carbono de la tierra y las ponemos en la atmósfera y los océanos? Es un experimento enloquecido. Es el experimento más estúpido en la historia de la humanidad. ¿Por qué estamos haciendo esto? Es una locura”.