Se estima que el explosivo pudo ser colocado en la Segunda Guerra Mundial o usado en la conocida como “lucha de Sanrizuka” o “batalla de Narita”, conflicto que entre los años 1960 y 1970 enfrentó a la policía con manifestantes estudiantiles y agricultores de esa región nipona a los que se expropió terrenos de cultivo para erigir el actual aeropuerto.
El dispositivo, que sobresalía unos 50 centímetros del ras del suelo, fue encontrado por algunos funcionarios que hacían obras en inmediaciones de la pista.
En vista que solo la pista más cercana a esa zona fue restringida en su uso, no hubo cancelaciones de vuelos, aunque sí algunas demoras por saturación de la que quedó en uso.
La policía de la prefectura de Chiba está analizando el artefacto para verificar si se trata realmente de un explosivo sin detonar y proceder en ese caso a desactivarlo.