Swiss fue el cliente lanzamiento del entonces C-Series del fabricante canadiense antes que éste venda el proyecto a Airbus, y lo opera desde mediados de 2016. Encomendó en total 30 unidades con la promesa de emisiones sonoras reducidas teniendo en cuenta su elevado nivel tecnológico.
Pero pobladores en las inmediaciones del aeropuerto de Zurich tienen otra apreciación sobre el A220, y es que los ruidos que el avión emite son descritos como aullidos extraños y fuertes versus otros aparatos que allí despegan y aterrizan.
Klaus Stoehler, portavoz de la Fundación Contra Ruidos de Aviones, dijo: “Es aún más ruidoso que otras aeronaves. Han dicho que los ruidos son temporales mientras que se hacen evaluaciones, pero van nueve meses y todo continúa como siempre”.
El ente regulador de la aviación en Suiza, afirmó que, a pesar de las quejas de vecinos, el avión no ha infringido la normativa de contaminación acústica, por lo que ni el fabricante ni la aerolínea serán amonestados.
No obstante, según reporta Bloomberg, tanto Airbus como Swiss conocen el inconveniente y trabajan con Pratt & Whitney, el constructor de los motores PurePower Geared Turbofan (GTF), analizando el sonido que algunas personas han descrito como “el canto de apareamiento de una ballena”. Pratt & Whitney aclaró que ese sonido ocurre ocasionalmente durante ajustes de potencia cuando el A220 vuela a baja potencia, a la par de reforzar el concepto de silencio al emitir un 75% menos de contaminación auditiva en relación a otros aviones.
El sonido es escuchado en el minuto 22:20 de este vídeo: