Un día como hoy, 21 de diciembre, pero de 1988, mientras sobrevolaba espacio aéreo escocés, una bomba hizo explotar un Boeing 747-100 de la legendaria PAN AM.
La aeronave apodada como “Clipper Maid of the Seas”, que cubría el vuelo 103 entre Frankfurt, Alemania y Nueva York, Estados Unidos, con parada en el aeropuerto Heathrow de Londres, se precipitó sobre la ciudad de Lockerbie, provocando la muerte de 270 personas entre los pasajeros, tripulación y pobladores de la mencionada localidad.

A los 38 minutos después de despegar de la capital británica, una violenta explosión en la bodega delantera Nª 1 seccionó la trompa del avión, que se precipitó a tierra dos minutos después. La sección principal de la nave cayó erráticamente en espiral despidiendo a sus ocupantes y esparciéndolos a lo largo de los 103 kilómetros que recorrió hasta que se estrelló en las afueras de la ciudad escocesa.
El saldo fue de 270 muertos: los 243 pasajeros y 16 tripulantes abordo, además de 11 vecinos de la ciudad. Fue el mayor atentado contra civiles de los Estados Unidos hasta los del 11S.

Las investigaciones determinaron rápidamente que la bomba de tiempo de unos 400 gramos de explosivo plástico estaba ubicada en un pasacasettes despachado en Londres. El atentado se atribuyó al régimen Libio de Muammar al-Gaddafi como respuesta a la intervención militar norteamericana en su país. Directamente fueron imputados dos empleados de inteligencia de las “Aerolíneas Arabes Libias”, Abdelbaset al-Megrahi y Al Amin Khalifa Fhimah. Libia se negó a entregar a los acusados a la justicia inglesa por ser socios en los bombardeos de los Estados Unidos a Trípoli.

En 1992 la ONU decretó sanciones a Libia y los Estados Unidos acrecentaron las incursiones bélicas. Finalmente siete años después Libia accedió a entregar a los acusados a un país neutral para el juicio, que se desarrolló en Holanda. En el juicio presidido por magistrados escoceses, Fhimah fue absuelto, pero Al-Megrahi fue encontrado culpable y condenado a 27 años de prisión. Este hecho determinó el final de las sanciones a Libia y un nuevo acercamiento con los Estados Unidos.

En 2009, mientras cumplía su condena en la prisión de Greenock, cerca de Glasgow, a Al-Megrahi se le diagnosticó cáncer de próstata, por lo que por razones humanitarias fue deportado a Libia donde murió tres años después. Muammar al-Gaddafi se hizo cargo de las indemnizaciones a las víctimas del atentado, a razón de 10 millones de dólares por cada persona, siendo los casi 3.000 millones la indemnización civil mas grande pagada voluntariamente por un estado.
*Con información de Efemérides Históricas