Por ejemplo, en el Aeropuerto de Barcelona, en el 2010, se gastaron 25 millones de euros en un nuevo hangar, el primero de España, que pueda albergar y hacer mantenimiento a la entonces joya de corona del consorcio europeo Airbus.
No obstante, un nuevo hangar puede no ser la mejor solución en todos los aeropuertos, por el coste económico que supone o por problemas de espacio. Por eso, en el aeropuerto de Múnich, Alemania, decidieron darle un toque creativo, y a la vez útil, a los hangares ya existentes, construidos en 1992, 25 años antes de la puesta en marcha del A380, y sin necesidad de un nuevo hangar, utilizando el actual pero modificando las puertas de acceso.
De esta manera, tras instalar unas puertas corredizas de 22 metros de alto y 11 de ancho, los 5 A380 basados en Múnich ya tienen donde realizarse el mantenimiento. En las cuentas oficiales del aeropuerto lo definían como “This butt is our definition of perfect” (Esta colita es nuestra definición de perfección)