RR hoy produce motores que equipan a aeronaves de última tecnología de Boeing y Airbus. Asimismo, invierte en programas navales y de generación de energía.
Tiempo atrás, se asoció con Airbus y Siemens para crear el avión híbrido E-Fan X, luego presentó un concept en alianza con Aston Martin. Ahora, conjuntamente con Yasa y Electroflight, oficializó el plan de desarrollo de su propia aeronave ACCEL (siglas en inglés de “acelerando la electrificación en vuelo”) a ser impulsada íntegramente con energía limpia, con apoyo financiero del gobierno del Reino Unido.

El ACCEL tiene dos finalidades, la primera es solo volar con baterías, y la segunda es ser el avión más rápido del mundo que emita cero emisiones a la atmósfera. Para alcanzar estos hitos, el mismo debe superar el récord de un prototipo de Siemens que en 2017 alcanzó los 338 kilómetros por hora. Según Rolls-Royce, este avión alcanzará al menos los 482 kilómetros por hora. La velocidad promedio de un avión comercial a reacción es aproximadamente de 900 kilómetros en fase crucero.

El sistema de propulsión del ACCEL superaría los 1000 caballos de fuerza, y, no menos importante, tendría una autonomía de 322 kilómetros, lo que le permitiría por ejemplo, cruzar el Canal de la Macha de Londres a París con una sola carga. La idea de la empresa es lograr este récord en el 2020, con un vuelo desde la costa de Gales. Será una nave pequeña y de look deportivo, con las baterías por delante y el habitáculo atrás, con aplicaciones múltiples como aviación general, ejecutiva e incluso comercial.