Con ello, buscan dejar atrás a los helicópteros actuales con motores basculantes.
Uno de los más sofisticados proyectos de helicópteros de la actualidad realiza la primera prueba de motores. El prototipo del Sikorsky SB-1 Defiant realizó los ensayos iniciales, que incluyó el giro de los rotores coaxiales, iniciando la campaña de ensayos en suelo. Originalmente el cronograma preveía el primer vuelo a mediados de diciembre de 2018, pero los retrasos en el desarrollo obligaron al fabricante a revisar las fechas.

El SB-1 Defiant es uno de los proyectos que concurren al programa “Future Vertical Lift” del Ejército de Estados Unidos, que prevé una nueva generación de helicópteros multifuncionales, con características de vuelo perfeccionadas y de alto rendimiento. Entre los competidores está el Bell V-280, que avanza en los ensayos en vuelo. El SB-1 fue desarrollado a partir de los conceptos obtenidos por el demostrador de tecnología X2, de Sikorsky, siendo equipado con rotor coaxial contra rotativo, y un sistema propulsor instalado en la cola. El predecesor del modelo, el S-97 Raider, ofrece una serie de parámetros para el actual SB- 1, que incluye uso de tecnología furtiva, manteniendo la aeronave casi invisible a los radares enemigos.

El programa de desarrollo del Ejército de Estados Unidos prevé que la industria ofrezca un modelo único de helicóptero capaz de realizar misiones de transporte, ataque, patrulla, monitoreo, entre otros. El objetivo es sustituir los actuales UH-60 Black Hawk, AH-64 Apache, CH-47 Chinook y OH-58 Kioka.

Los dos modelos finalistas al programa compiten con conceptos diferentes, aunque con un objetivo similar. Sikorsky SB-1 se produce en asociación con Boeing, ofreciendo una serie de tecnologías innovadoras para el segmento. Entre ellos el uso de rotores coaxiales de alto rendimiento, que actúan como fuente principal de sustentación, mientras que un motor trasero que permite a la aeronave alcanzar velocidad máxima de hasta 250 nudos (460 km/h), manteniendo gran maniobrabilidad en vuelo.

Sin embargo, los grandes obstáculos del proyecto son justamente los rotores, pues requieren el uso de materiales extremadamente rígidos para controlar la vibración, lo que hace su construcción más compleja. Además, su aplicación en la aeronave exigió un nuevo enfoque, ya que debían tratar con una dinámica completamente diferente de la existente en rotores contra rotativos. El uso de una hélice de alta velocidad montada en la cola impulsa la aeronave a altas velocidades, haciendo el modelo más ágil y maniobra. El desafío es aliar ese sistema con los rotores, que pasan a tener que desempeñar un nuevo papel en vuelo, dentro de un concepto bastante diferente del existente en los helicópteros actuales. El modelo estándar prevé que tanto la velocidad de desplazamiento, como la sustentación son generados por los rotores, ya el SB- 1 en la práctica extiende casi al literal el concepto de alas-rotativas, donde el rotor básicamente es responsable de la generación de sustentación. La virtud es que con ese concepto es posible maniobrar el helicóptero en vuelo sin la necesidad de inclinarse en curvas, permitiendo actuar incluso en lugares bastante limitados, como construcciones o valles estrechos.

El modelo de Bell, el V280 Valor, emplea el concepto tiltrotor, con motores basculantes que permiten despegar y posar en vertical, al mismo tiempo que ofrece un vuelo horizontal similar de aviones turbo-hélices, incluyendo el alto rendimiento y el bajo consumo de combustible en vuelo de crucero. Actualmente el V-22 Osprey, construido a través de una joint venture por Bell y Boeing, ha pasado por un largo proceso de desarrollo, que incluyeron diversos accidentes fatales. El concepto concebido en la década de 1970 sólo entró en operación en 2007, habiendo presentado grandes resultados en la última década. Sin embargo, una de las trabas de Osprey es su maniobrabilidad bastante limitada. Según Bell, que lidera sola del programa V-280 Valor, los cambios tecnológicos y conceptuales empleados en el modelo lo hacen mucho más maniobrable que su hermano mayor. Además, comparado al SB-1 es más rápido, aunque sigue siendo más limitado en vuelo.


El objetivo de ambos proyectos es proporcionar un nuevo concepto para aeronaves de alas rotativas, que van más allá del modelo tradicional del helicóptero. La expectativa es que la decisión final ocurra a mediados de 2020, cuando el Ejército de Estados Unidos deberá apuntar al modelo ganador. El programa podrá hacer nuevos proyectos en la aviación civil, con helicópteros que se vuelven más avanzados y económicos que la generación actual.