El alto ejecutivo de la aerolínea informó que se reclamó el pago, y que están preparados para una eventual salida del país latinoamericano en el caso de conflicto.

La aerolínea, que realiza vuelos regulares entre Madrid y Caracas transportando 250 personas por trayecto, “no va a renunciar a una operación que es importante para la empresa”, indicaba, pero dejando abiertas las puertas a una decisión que sería trascendental para la ya maltrecha conectividad aérea de Venezuela.

En el contexto que vive el país, grandes compañías europeas como Iberia y TAP hacen pernoctar a sus tripulaciones, la primera en Santo Domingo, República Dominicana, y la segunda en la isla holandesa de Curaçao. La tripulación de Air Europa ha pedido lo mismo para ellos, intentando protegerse así de la creciente inseguridad reinante en Caracas.