El vuelo 676 de Cathay Pacific (TLV-HKG) operado por un Airbus A350-900 sufrió un colapso del pavimento de la plataforma del aeropuerto internacional Ben Gurion de la ciudad de Tel Aviv, mientras realizaba el procedimiento de push back. El vuelo debía partir a la ciudad de Hong Kong.

Los pasajeros debieron bajar de la aeronave y abordar unos buses que los devolverían a la estación; posteriormente, se los reubicaría en otros vuelos. La aeronave estuvo dentro del pozo durante 5 horas aproximadamente hasta que pudo ser retirada. Las tareas de remolque no fueron tan sencillas, pues las ruedas del tren de aterrizaje quedaron a una profundidad considerable.

Se desconocen aún los motivos del hundimiento del tren de aterrizaje, pero no se descarta la posibilidad de que la estructura pavimentada de la plataforma no soportara el peso de una aeronave de la categoría del A350 u otra deficiencia. Ya se iniciaron las investigaciones.

El vuelo ahora se configuró como “retrasado”, de acuerdo con las informaciones, siendo programado para las 14:30 hora local del sábado 15 de febrero.