La velocidad crucero de un 787 es del alrededor de 913 kilómetros por hora, pero este vuelo en particular se vio beneficiado por los fuertes vientos de cola imperantes en ese momento en sentido Norteamérica-Europa. En el vuelo VS8, el Dreamliner alcanzó los 1.289 kilómetros por hora, superando así la velocidad del sonido (Mach 1 o 1.235 kilómetros por hora) y concretando el trayecto en solo 9 horas y 13 minutos, aproximadamente una hora menos de lo programado.
El hito fue marcado, según FlightAware, a la altura del estado de Pennsylvania, entre las 15:22 y 15:26 del pasado lunes 18 de febrero.

¿Qué son las corrientes de chorro?
Las corrientes de chorro son fuertes impulsos de vientos que corren de oeste a este en el hemisferio norte. Son usados con frecuencia por pilotos para ganar velocidad y reducir su consumo de combustible.
Estas corrientes se encuentran en la zona llamada tropopausa, entre la troposfera (donde la temperatura es menor con la altitud) y la estratosfera (en que la temperatura es mayor), o para más precisión, están entre los 10.000 y 12.000 metros de altura, precisamente por donde vuelan los aviones transoceánicos.

Estas corrientes se generan por la combinación del movimiento de rotación y el calentamiento de la atmósfera. Las velocidades de los vientos pueden variar según las diferencias de temperatura, pero no es extraño que pueda superar los 90 kilómetros por hora. O en casos como el del lunes, que haya ráfagas que superen los 350 kilómetros por hora.
Este fenómeno sorprendió a la comunidad aeronáutica. Peter James, un piloto con más de 25 años de experiencia, describió en Twitter que jamás había visto algo parecido mientras voló.