La empresa había anunciado que no sería capaz de atender los requisitos establecidos por Boeing para ser uno de los proveedores del nuevo proyecto, el 797. Entre los competidores se encuentran General Electric, CFM Internacional y Pratt & Whitney.

El CEO de la empresa, Chris Cholerton, se había pronunciado al respecto diciendo que ellos no querían comprometerse con algo que no estaban seguros de poder cumplir. En tanto, Rolls-Royce seguirá trabajando en los modernos motores turbo-fan para propulsar a pequeños y grandes aviones.
El proyecto NMA de Boeing, cuya denominación sería 797, es un proyecto para diseñar y fabricar una aeronave que llene el espacio dejado por el 757, como también un intermedio entre el 737 y el 787, lugar ocupado actualmente por el 767.