Desde el año 2010 algunas de las aeronaves del modelo fueron vistos de forma aislada en vuelo. Sin embargo, dos vuelos consecutivos llamaron la atención de analistas y entusiastas de aviación. La última aparición de la caza stealth ocurrió el pasado 27 de febrero, cuando un F-117A realizó un vuelo en el Death Valley, California, con dos cazas F-16 volando cerca. Otro vuelo similar ocurrió el día anterior.
Oficialmente, de los 52 aviones en servicio uno fue desmontado para pruebas de descarte. Los demás cazas fueron almacenados en el Tonopah Test Range, en Nevada. La base pertenece al llamado Nellis Test and Training Range, utilizado por la fuerza aérea de Estados Unidos (USAF) en una infinidad de pruebas con aeronaves, sistemas y armas. La fuerza aérea oficialmente no mantiene ninguna aeronave del tipo en condiciones de vuelo, de la misma forma que no niega que uno o más aviones tengan plenas condiciones operacionales. Desde su retirada en servicio las aeronaves están almacenadas en lo que la USAF llama a Type 1000, donde los aviones se mantienen próximos a condiciones de vuelo, pudiendo retornar al servicio activo en caso de necesidad. En promedio, la fuerza aérea estima que puede volver a colocar en vuelo, los aviones en ese tipo de almacenamiento, en un plazo máximo de 120 días.
Con características únicas, como capacidad de ser invisible a los radares, los F-117A fueron durante varios años la bala de plata de la USAF. Aunque ha tenido una corta carrera operativa, su desarrollo ha sido marcado por uno de los más esperados secretos militares de todos los tiempos. Su existencia fue revelada apenas al final de la década de 1990. Los aviones se destacaron por su enorme capacidad de ingresar en espacio aéreo enemigo sin ser identificado por sistemas de radar. Sin embargo, su capacidad de transporte de armas y maniobrabilidad eran bastante limitados, mientras que sus costos extremadamente elevados. Su principal función era atacar blancos en suelo durante la noche, cuando debido a su formato, pintura en negro y baja emisión de calor y ruido, lo tornaban casi invisibles al enemigo.
OOPS! NO SABIAMOS QUE ERA INVISIBLE
Haciendo historia, recordamos un evento sucedido en marzo del año 1999. Por un error de planificación, un F-117A fue abatido durante los combates en la entonces Yugoslavia. Una batería antiaérea operada de forma manual fue capaz de alcanzar el avión, que fue destruido en la actual Serbia. Los restos fueron exhibidos por las fuerzas militares yugoslavas.
Se cree que las autoridades del país vendieron parte de los restos a China y Rusia, que tenían gran interés en conocer los detalles técnicos del entonces “avión invisible”. Una serie de propagandas yugoslavas ironizaron el hecho de que el avión era conocido como invisible.