Las grabadoras de voz ya fueron halladas y el contenido descargado, por lo que el análisis ya está en curso por parte de la agencia de seguridad BEA de Francia.
Según reporta Bloomberg, se trata de un tornillo sin fin, usado para ajustar el compensador del elevador para reducir el ángulo de ataque y bajar la nariz de la aeronave y, que por la posición en la que fue hallado, podría haber estado configurado para que el avión bajara con rapidez. Esta situación fue clave en la decisión de la FAA de ordenar que la flota mundial de los 737 MAX permanezca en tierra hasta nuevo aviso.

En el sitio de la catástrofe, los investigadores todavía recogen cualquier parte que sirva para ser analizada.
El comandante del vuelo ET302 con destino a Nairobi, Kenia, reportó inconveniente con el avión, que aceleraba a velocidades anormales, a solo tres minutos de haber despegado, por lo que solicitó retornar de inmediato al aeropuerto de Adís Abeba, desde donde partió. El pedido fue concedido, pero la nave perdió todo contacto con Control de Tránsito Aéreo unos minutos después.
La pieza encontrada, junto con la obtención de información satelital de la trayectoria de la aeronave, sirvieron para que la FAA se convenciera de las similitudes con el accidente del 737 MAX 8 de Lion Air del 29 de octubre de 2018 en Indonesia.