El pasajero John R. Watret, director del Campus de la Universidad de Aeronáutica Embry-Riddle, que viajaba en un vuelo entre Los Ángeles y Atlanta, se percató de la coincidencia sanguínea cuando la misma tripulación informó de esto a otros pasajeros que pidieron autorización para conocer la cabina de la aeronave, por lo que también solicitó acceder al cockpit del Boeing 757-200 para conversar personalmente con la tripulación.
Watret tomó la foto a la piloto Wendy Rexon y a su hija, la copiloto Kelly Rexon, y decidió publicar la imagen para inspirar a más mujeres a unirse al mundo de la aviación.
“Acabo de volar de LAX a ATL con Delta con esta tripulación compuesta por madre e hija. Un gran vuelo, inspirador para las jóvenes”, mencionó en su perfil de Twitter.
El árbol genealógico de las Rexon es enaltecido por un abuelo y dos padres pilotos comerciales de diferentes compañías aéreas estadounidenses.