La compañía asiática dijo en un comunicado que en esas dos unidades se han presentado deterioros prematuros en los alabes de ambos motores, agrietamientos y corrosión.

En su defensa, el fabricante británico de estos motores, aclaró que desde su introducción a servicio comercial, se informó a los operadores de aviones 787, que las palas de los rotores tendrían una vida útil reducida.

“Trabajaremos estrechamente con cualquier cliente afectado para entregar un programa acelerado de implementación de alabes mejorados y para asegurarnos de que podamos cumplir con nuestros futuros compromisos de motores Trent 1000 ten”, declaró Rolls Royce.