El día de ayer, una aeronave de Aerolíneas Argentinas procedente de la ciudad de Buenos Aires sufrió el impacto de un pájaro en uno de sus faros laterales causando daños menores que no afectaron la seguridad operacional de la aeronave.
El avión Boeing 737-800 con matrícula LV-FQZ cubriendo el vuelo AR1262 procedente del aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, percibió daños menores que no afectaron la seguridad operacional. La aeronave aterrizó sin ningún inconveniente. Mecánicos de la compañía inspeccionaron el aparato, que partió nuevamente sin demoras.
Según informes emitido por la CIPAA (Centro de Investigación y Prevención de Accidentes de Aviación), los pilotos habían informado presencia de aves a 350 pies de altura, ocurriendo el impacto con una de ellas a una altura aproximada de 200 pies. Según lo expresado por el el titular de la DINAC, Edgar Melgarejo, esto ocurrió fuera del área de cobertura del aeropuerto.
Por lo general, en todos los aeropuertos ocurren estos hechos con aves, cuyo término en la aviación es “Bird-strike“. Cuando se dan situaciones de ingesta de aves por parte del motor durante el ascenso, las aeronaves tienen que volver a origen para verificar el daño causado al motor. Pero difícilmente un incidente de esta magnitud pueda poner en peligro la seguridad operacional de la aeronave, salvo el caso del vuelo US 1549, que fue crítico.
No obstante, cabe mencionar que desde enero de este año, el aeropuerto Silvio Pettirossi carece del servicio de cetrería, una de las herramientas de lucha contra el peligro aviar en terminales aéreas.