La aeronave Airbus A300B4-622R había despegado desde el Aeropuerto Chiang Kai-Shek de Taipei, Taiwán, rumbo al Aeropuerto Internacional Chūbu Centrair, en Nagoya, Japón, con 15 tripulantes y 256 pasajeros.
El aparato de fabricación europea estaba al mando del comandante Wang Lo-chi, acompañado por el primer oficial Chuang Meng-jung. El vuelo se desarrolló sin novedades hasta que iniciaron la aproximación al aeropuerto de destino. Bajo el mando del piloto automático en la posición de aproximación, el copiloto Chuang presiona accidentalmente el botón del sistema “TOGA”, (Take Off and Go Around) que sirve para abortar un aterrizaje y volver a intentarlo posteriormente.

El avión respondió a esa configuración elevando la nariz y aumentando la velocidad, en vez de bajar, comenzaron a subir con un ángulo cada vez más comprometido. El piloto luchó por bajar la nariz, pero como el sistema automático se lo impedía, aceleraba mas para no entrar en pérdida de sustentación. Cuando se dio cuenta del error, increpó al copiloto, pero en vez de suspender la aceleración y dejar que el avión se corrigiera solo y solicitar al controlador de tránsito aéreo un nuevo intento de aproximación, anuló el “TOGA”. Por el ángulo de inclinación y la brusca desaceleración, la aeronave entró en perdida de sustentación y comenzó a caer en reversa, la escasa altura no dio margen de maniobra y se estrellaron de cola.

De las 271 personas a bordo, solo salieron con vida 7 personas, 3 de ellas niños, que viajaban en las primeras filas. El juicio se llevó a cabo bajo jurisdicción japonesa; los pilotos, culpables del accidente, no podían ser castigados por haber muerto en la tragedia, toda la responsabilidad recayó sobre China Airlines, que debió pagar millonarias indemnizaciones. Airbus solo fue instada a cambiar de lugar el comando “TOGA” y reconfigurar el sistema para advertir la contradicción de herramientas a los pilotos.
*Efemérides Históricas