La aventura arrancó temprano, un autobús lleno de estudiantes de 4º, 5º y 6º grado, llegó al aeropuerto internacional Silvio Pettirossi (SGAS/ASU) a las 8:30 AM. Consorcio Aviation les dio la bienvenida en la entrada de la principal terminal aérea de nuestro país; previamente, se encargaron de todos los trámites de rigor, referentes al área de seguridad. Al llegar, los niños fueran recibidos por el Jefe de Seguridad del Aeropuerto.
Después de escuchar en silencio y con mucha atención las reglas generales (de comportamiento), entramos a la aventura, la ansiedad ya estaba a flor de piel. Como todo pasajero, nuestros amiguitos pasaron por el área de registro o “check in” seguido por el control de seguridad. Todas sus pertenencias pasaron la prueba de rayos X, a excepción de sus botellas de agua, pero no se preocupen, esta vez y solo esta vez pudieron conservarlas. Un alivio.
Después de pasar por Migraciones y conocer el área de tránsito y las puertas, los niños tuvieron un ligero cambio de roles, pasaron de ser pasajeros, a personal del aeropuerto. Todos seguían al jefe de seguridad hasta la plataforma (a veces denominado “rampa” o “asfalto”) donde los niños tuvieron la oportunidad de ver aviones estacionados de cerca, y algunos aviones de aterrizaje y salida desde lejos. Una experiencia inolvidable.
Pero eso no fue todo, los anfitriones de esta hermosa experiencia, buscaban terminar el viaje de estudios con una nota alta, así que, se aseguraron de tener sorpresas listas para los niños.
Consorcio Aviation hizo lo imposible: lograron la autorización para ingresar a la torre de control. Por supuesto, no se pudo llevar a los 60 niños a la torre, así que para los que se quedaron en la plataforma, hubo otra sorpresa que los recogió: un enorme camión de bomberos utilizado específicamente para aeropuertos. Los niños pudieron probar el equipo de bomberos y viajar en el camión con ellos. Incluso pudieron disparar un poco de agua desde una de las boquillas.
Fue una experiencia increíble, educativa y divertida para todos, no solo para los niños. Lograr la sonrisa y la felicidad de los pequeños visitantes fue el mejor premio. Consorcio Aviation logró su objetivo, cuando escuchamos a una de las niñas decir “este es el mejor viaje de campo en el que he estado hasta ahora”.