Luego de la tragedia del pasado domingo 5 de mayo, cuando un Sukhoi Superjet 100 de Aeroflot estalló en llamas tras un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Moscú-Sheremetyevo, la segunda operadora de este modelo de avión, la rusa Yamal Airlines, decidió cancelar su orden de 10 unidades pendientes de SS100.
El anuncio se dio ayer a través del director general de la firma, Vasily Kryuk, después de que el Ministro de Transporte de Rusia, sentenciara que el accidente del vuelo SU1492 del fin de semana en el cual perdieron la vida 41 personas, fue un caso aislado sin representar mayor riesgo para la aeronavegación, por lo que no ameritaba dejar en tierra la flota global de aviones Sukhoi Superjet de fabricación rusa.

Yamal Airlines es el segundo mayor cliente del SS100 por detrás de Aeroflot, con 15 unidades volando. La compañía fija base en la ciudad Salejard, fue abierta en 1997 y dispone de 36 aparatos en su flota.
El Sukhoi Superjet es la apuesta de la industria aerocomercial rusa para el segmento regional de hasta 100 plazas, pero algunas de las pocas aerolíneas que han confiado en él, han presentado quejas sobre inconvenientes varios y una mala asistencia de pos venta, tal es el caso de Brussels Airlines y la mexicana Interjet (su única compradora latinoamericana).

El 9 de mayo de 2012, un SS100 del propio fabricante, se estrelló en Indonesia contra una montaña durante un vuelo de demostración con potenciales usuarios de ese país. La investigación concluyó que la tripulación perdió el control de la nave antes de que ocurriera el fatal accidente haciendo hincapié en que la misma no reaccionó al sistema de alerta automática de colisión. Fallecieron las 45 personas a bordo de la aeronave.