Flybondi es la primera compañía aérea ultra low cost de la Argentina. Al año de haber arrancado sus operaciones domésticas en enero de 2018, ya transportó un millón de pasajeros; de ellos, más de 140 mil subieron a un avión por primera vez en sus vidas. La filosofía de la firma, comenzando en su denominación misma en alusión a los buses en lenguaje ‘argento’, es democratizar el transporte aéreo, haciendo que éste sea más accesible a las masas mediante tarifas bajas, para que quienes antes viajaban por tierra, hoy lo hagan por aire. 🚌 ➡️ ✈️
El pasado 17 de diciembre, Asunción se convertía en el destino internacional debut de Flybondi. Despegando de su base en el aeropuerto El Palomar de Buenos Aires, la firma ofrecía cuatro frecuencias semanales a la capital paraguaya, que se convirtieron en cinco desde el 25 de abril.

¿Y si nos vamos…?
Como Content Manager y uno de los administradores de este portal, recibo constantes consultas sobre precios de boletos de Flybondi, sobre donde comprarlos, noto mucha curiosidad y hasta cierto temor, por tratarse de un modelo de negocios desconocido para el común en nuestro país e incipiente además en la región, pero sin embargo, tremendamente probado en Europa y Estados Unidos desde hace décadas.
Lucía Ginzo, Directora de Comunicaciones de Flybondi, me obsequió, en representación de Aeronáutica Paraguay, primer medio especializado en aviación del país y uno de los más leídos de la zona, dos tickets ida y vuelta entre Asunción y Buenos Aires, para compartir con vos mi experiencia volando ultra low cost.
A continuación te cuento todo. Lucía, ¡muchas gracias! 😎
La compra
Uno de los pilares de las líneas aéreas de bajo costo es la digitalización y eliminación de los canales externos de ventas, es decir, oficinas físicas y agencias de viajes, por lo que los pasajes se comercializan única y exclusivamente mediante su sitio web Flybondi.com; o sea, solo podés adquirir un billete por internet cotizando el vuelo vos mismo según las fechas en las que quieras ir y teniendo una tarjeta de crédito habilitada para compra internacional; no preguntes números telefónicos, no te va a atender un operador ni un asesor en un escritorio. ¿Comprendido? 🙂
Acá te muestro la simulación de un proceso de compra. Elegís origen, destino, tramo (solo ida o ida y vuelta) y fechas. Si aceptás el valor, avanzás al siguiente paso.

Recordá que Flybondi y las líneas aéreas low cost en general, cobran una tarifa base que te da derecho al viaje propiamente. Todo lo demás, lo debés pagar adicional. En el caso de Flybondi, el equipaje permitido en cabina sin costo adicional debe respetar ciertas dimensiones y no puede pesar más de 6 Kg. El embarque prioritario, la selección de asiento, el equipaje superior a 6 Kg (sea en cabina o en bodega), los equipajes especiales como instrumentos musicales, deportivos o cualquier otro superior a 20 Kg, el refrigerio a bordo, el check-in en el aeropuerto, asistencias especiales, etcétera, tienen un valor, que tenés la opción de comprarlos o no, de acuerdo a tus necesidades. Todo esto lo hacés vos mismo desde el site una vez que pases a la siguiente etapa de la compra. Si tenés preguntas, es muy probable que acá encuentres las respuestas.
Ejemplos de todo lo que podés escoger.
Completás los campos, pagás y listo. La página es bastante intuitiva. ¿Preparado para volar? 🛫
Mi experiencia de ida
El día que Asunción se convirtió en la Venecia del subdesarrollo, el pasado viernes 10 de mayo, fue mi fecha de ida a Buenos Aires. Llegar hasta el Silvio Pettirossi fue toda una odisea, por las calles inundadas y el embotellamiento derivado de ello. No obstante, lo logré, junto con Raúl, mi compañero de viaje.
El check in se habilita 48 horas antes de la partida del vuelo. El procedimiento es muy sencillo y se hace desde el mismo correo electrónico que recibís de confirmación de compra, el cual te genera un código de reserva. En mi caso, no pagué el ticket, pero todo el resto lo hice como si hubiera sido así. Si vas al aeropuerto y querés hacer check in en el counter, te lo van a cobrar.
Acá mi web check in desde el celular. No es necesario ningún papel, solo mostrás el teléfono en área de embarque y en migraciones.

Ya estábamos listos para abordar la aeronave Boeing 737-800 de 189 asientos, bautizada como ‘Arturo’, desde la puerta 5. El vuelo estaba en horario, arribó a ASU on time.

El FO5601 iba casi lleno, estimo entre un 90 y 95% de ocupación. Selfie antes de la salida. 🤳🏻

Con puntualidad inglesa y tras las verificaciones de rigor, despegamos a las 8:30 pm desde la cabecera 20 del aeropuerto de Luque.
La amabilidad de una tripulación profesional y distendida es digna de destacar. Cada uno de los TCP’s con la apertura y paciencia suficiente para atender a todos los pasajeros, más aún a quienes manifestaban dudas al no haber volado antes.
Ya en el aire, el hambre atacó, así que compré este combo de snack y gaseosa por 120 pesos argentinos, unos G. 18 mil aproximadamente al tipo de cambio. Tené en cuenta que solo aceptan moneda local, no así guaraníes, dólares ni tarjetas de crédito.

La carta se ubica en el comportamiento del asiento delantero. Hay varias opciones dulces y saladas y bebidas con y sin alcohol.

Ninguna turbulencia en todo el trayecto, y nos aproximábamos a ‘la ciudad de la furia’. Sus luces, su clima, su gente, su todo, Buenos Aires es única, nunca cansa, nunca defrauda. 🇦🇷
Y alrededor de las 23:15, hora del vecino país, tocamos pista en el aeropuerto El Palomar, el primero de bajo costo del continente. Hace rato no escuchaba aplausos de parte de pasajeros luego de aterrizar, esta vez se dio. 👏🏻
Desembarcamos por escalera y subimos a un bus de Flybondi que nos llevó hasta la terminal. El Palomar es una base militar acondicionada para uso comercial, no tiene fingers.

Foto desde el micro.
Presentamos pasaportes y ya oficialmente ingresamos a la República Argentina.

El Palomar está conectado al corazón de la capital argentina mediante una de las líneas del sistema ferroviario del Gran Buenos Aires. Asimismo, hay servicios de transfers, taxis, remises y otros (callado, también hay Uber). 🤐
El retorno
Siempre cuesta volver, pero como ya antes había ido varias veces a Buenos Aires, no me quedó ese sinsabor de cosas pendientes por hacer. Volvimos el lunes 13 de mayo, con despegue previsto desde EPA a las 18:50, hora local.
Hice check in desde el móvil. Acá mi boarding pass.

Fiel a su temática folclórica, el aeropuerto El Palomar tiene un food truck en su patio exterior, para comerte un choripan antes de tu vuelo. 🌭

Y entramos…

En la fila del mostrador, pasajeros que no habían hecho el check in web, o bien, que entregaban equipaje para despachar u otro tipo de gestión que requería personal de la compañía. No fue nuestro caso.

Nuevamente, la salida estaba en horario. Este aeropuerto es usado como base por Flybondi y JetSmart Argentina, que ahora es un player nacional en la Argentina.

Pos migraciones, el panorama en la sala de embarque internacional de El Palomar era este. Repleto de pasajeros.

Vista desde la terminal.

Pasadas las 18:00 inició el proceso de abordaje al Boeing 737-800, mismo que nos llevó hasta BUE, ‘Arturo’. Nos tocó subir por la puerta trasera.

Vista de la cabina antes del push back.

A las 6:50 pm o’clock estábamos con la nariz del avión apuntando al cielo. Y una vez más decía ‘hasta la próxima, Baires’. 😢

Mido 1.70 m, y este es el pitch o espacio para piernas. Razonable para un vuelo corto.

En este tramo tampoco hubo novedades. La iluminación de la cabina se redujo para un mejor descanso. Para comer, elegí lo mismo que a la ida (120 AR$).
A las 19:15, 45 minutos antes de la hora marcada, tocamos suelo paraguayo por la cabecera 20. Usamos toda la extensión de la pista. Aparcamos otra vez en manga 5.
El tradicional desorden al más puro estilo latinoamericano. Pasajeros parándose cuando la tripulación pide mantenerse sentados y con los cinturones de seguridad abrochados. 🤦🏻♂️

Fin del viaje. 😔
Mi feedback
Además de los tickets más económicos, todo el mecanismo de compra y personalización del viaje resultan amigables. La autogestión agrada a pasajeros como yo. El avión, a pesar de sus años, estaba limpio y en buen estado general, la tripulación dispuesta y simpática, los costos de los opcionales son accesibles. El Palomar es un aeropuerto pintoresco que está conectado al centro de la ciudad a través de diferentes medios de transporte, por lo que es fácil moverse desde y hacia él.
Flybondi compite, por decirlo de alguna manera, en la misma ruta con Aerolíneas Argentinas (usa Embraer E190 y Boeing 737-700/800) y Latam Airlines (usa Airbus A320-200), con dos y un vuelo diario Asunción-Ezeiza respectivamente, y con Paranair (usa Bombardier CRJ200), con 12 frecuencias semanales Asunción-Ezeiza. Digo ‘de alguna manera’ por el hecho de que, Flybondi se enfoca en un segmento más étnico y VFR (Visiting Friends and Relatives), en el pasajero que busca dejar atrás el colectivo para subir a un avión, y en el viajero punto a punto, es decir, el que tiene como destino final Buenos Aires o Asunción. Las aerolíneas antes citadas, apuntan a un target algo más corporativo y a pasajeros en conexión desde Buenos Aires, salvo Paranair, que no tiene acuerdos para distribuir pasajeros desde Ezeiza. Técnicamente, Flybondi no declara la guerra a Aerolíneas, Latam ni Paranair, sino que convive con ellas buscando su nicho de mercado.

Que sigan los éxitos para Flybondi, y que cada vez más personas puedan volar.
Espero te haya gustado el reporte, y si fue así, compartilo. Gracias por leerme. 👍🏻