Las dos mayores holdings de aerolíneas de América Latina, Latam Airlines y Avianca, reportaron importantes pérdidas económicas en el primer trimestre de este año.
Latam Airlines Group, producto de la fusión entre LAN Airlines y TAM Airlines, con base en Santiago de Chile, perdió 60,1 millones de dólares versus 92,2 millones de la misma moneda que había ganado en idéntico periodo de 2018. Asimismo, sus ingresos disminuyeron un 7,5% hasta los 2.525,3 millones de dólares, principalmente debido la caída de la demanda y la devaluación de las monedas frente al dólar americano en Argentina y Brasil, además de una baja en los factores de ocupación en asientos y el negocio de cargas. Como consecuencia del panorama, la firma canceló o cancelará una serie de rutas poco rentables como Santiago–Tucumán, São Paulo–Tucumán, Río de Janeiro–Miami, São Paulo–Rosario, Santiago-Rosario, Bogotá–Aruba, Bogotá–Cancún, São Paulo–Roma. Tampoco se volverá a operar la conexión estacional São Paulo-Las Vegas. Lima-Montego Bay se posterga de julio a diciembre, y São Paulo-Munich no será abierta.

Por su parte, la matriz de Avianca Holdings en Bogotá, informó pérdidas por 67,9 millones de dólares de enero a marzo, debido al alza de los precios del combustible y la devaluación de las monedas de los países en donde funciona frente al dólar. En el primer trimestre de 2018, la empresa había obtenido una utilidad neta de 3,5 millones de dólares. Los ingresos operativos alcanzaron los 1.158 millones de dólares para el primer trimestre, una disminución interanual de 1,6%.
Para contrarrestar el desbalance, la línea aérea aplaza la incorporación de 35 aeronaves A320neo y anula orden por otras 17 de un total de 128 unidades, para así reducir compromisos financieros por 2.600 millones de dólares y mejorar su flujo de caja en 350 millones de verdes entre 2020 y 2022. Está previsto además el retiro de la flota de aviones regionales Embraer 190 y la transferencia de los turbohélices ATR a la nueva unidad Regional Express que fijará residencia en Colombia.
