Saab podrá instalar una unidad de producción del caza Gripen NG en Canadá si el gobierno de Ottawa opta por el modelo sueco. La Real Fuerza Aérea Canadiense estudia la compra de nuevos aviones, buscando la sustitución de parte de la actual flota de CF-18 Hornet, que será jubilada en 2032. El proyecto de modernización de la flota de cazas canadienses tiene un valor de 19.000 millones de dólares canadienses (14.000 millones de dólares) e incluye un extenso paquete de beneficios industriales garantizados para el país o compensaciones comerciales proporcionadas por el ganador. El pedido, que puede llegar a 88 aviones, puede implicar la construcción de una fábrica en Canadá.

La Fuerza Aérea Canadiense deberá recibir las propuestas iniciales hasta mediados de 2019, con previsión de elección del ganador a finales de 2021. Los primeros aviones deben ser entregados cuatro años después, con la exigencia de que la capacidad operacional inicial ocurra en 2026 y, con la última la entrega, a más tardar en 2032. Los actuales CF-18A, versión canadiense del F / A-18 Hornet, deberán ser gradualmente retirados de servicio hasta mediados de los años 2030, exigiendo su sustitución por un nuevo vector de combate.

En la actualidad, Dassault Aviation compite con el Rafale, Airbus Defense ofrece el Eurofighter Typhoon, mientras que Boeing está ofreciendo el F / A-18 Super Hornet y el F-15E Strike Eagle. El F-35, aunque se ofrezca formalmente, corre el riesgo de ser impedido de permanecer en la disputa. La Casa Blanca amenaza con retirar el F-35 de la competencia canadiense si Canadá no cambia los requisitos para que el ganador agregue una serie de beneficios industriales específicos a empresas locales, incluyendo una posible producción local. El gobierno de Estados Unidos argumenta que Canadá siendo socio del programa F-35 no puede solicitar beneficios industriales específicos para sus empresas.