Boeing sigue sin paz, ya que aún no ha podido liberarse de los problemas de este primer semestre de 2019. A pesar de que días antes, Air New Zealand confirmara una petición firme para ocho 787-10 (con opción para otros 20 aviones), convirtiéndose en el primer gran pedido del año, Azerbaiyán Airlines dio un golpe bajo al fabricante norteamericano al cancelar un contrato de 1.000 millones de dólares por compra de equipos 737 MAX.

La aerolínea de bandera de Azerbaiyán tenía un contrato firme para 10 737 MAX, pero tras los accidentes con de Lion Air y Ethiopian Airlines y la consiguiente paralización global de la flota, llevó a la empresa a optar por la cancelación del pedido. Un portavoz de la empresa justificó el hecho por ‘razones de seguridad’. Boeing, por su parte, ha mantenido la mayoría de los contratos para el 737 MAX, creyendo en el potencial de la marca y del propio avión.

A pesar de haber sido un duro golpe en el modelo, las principales compañías aéreas que operan la familia 737 no pretenden cancelar las solicitudes y pedir otro modelo. Entre las razones está el elevado costo de sustitución de una flota, acoplado a entrenamiento, cambio de la rutina de mantenimiento y operación, así como la indisponibilidad de cualquier fabricante atender el pedido a corto plazo.