El lunes 17 de junio, la feria aeronáutica más grande del mundo abres sus puertas; la edición #53 del International Paris Air Show – Le Bourget, lugar preferido por los grandes como también por pequeños y medianos fabricantes de aeronaves, para presentar sus más modernos productos para los cientos de clientes que irán con ‘maletines’ en mano para ver y escuchar las propuestas que cada uno de ellos ofrecerá.

La feria, aún sin abrir sus puertas, ya comenzó a dar batalla entre los gigantes como Airbus o Embraer, y otros como Mitsubishi y Bombardier. Pero entre los pesos pesados hay un constructor tradicional que llegará a este evento con los pies y manos atados, Boeing, el centenario fabricante de Seattle.
Es cierto que la muestra se realiza en la casa de su rival más íntimo, pero Boeing siempre le jugó codo a codo a Airbus en las pasadas ediciones sin temer a nada y, por sobre todo, con esa seguridad de que hasta el último día de la feria no se podía anunciar a un claro ganador. Pero este año, al parecer será diferente; es más, ya antes de comenzar la feria podemos decir que un fabricante tiene reservado aquel pedestal, el que vistió por décadas la casaca local. Si, estamos hablando de Airbus.
Este Paris Air Show, a realizarse comos siempre en el aeropuerto de Le Bourget, en la ciudad luz, será el escenario en donde la europea Airbus lanzará el A321XLR, una variante todavía con mayor autonomía que el A321LR, que de por sí es ya un A321neo con mejores prestaciones, segmento para el que Boeing no previó ninguna solución, al menos en el corto plazo. Si hasta hace poco Boeing veía como Airbus lanzaba el A321neo, ofreciendo una mayor autonomía de vuelo con un reducido consumo de combustible capaz de cruzar el ‘charco’ o unir destinos transcontinentales, ahora, una vez más verá como su rival arrebatará ese espacio que descuidó por décadas tras el cese de producción del 757. El A321XLR se presentará como el caballero que cruzará el arco del triunfo. Aún no se tienen confirmadas sus especificaciones técnicas, aunque algunas fuentes especulan que tendrá un MTOW de 101-103 tn y un rango de operación de 4.500 a 4.700 mn (8.300 a 8.700 km) con capacidad de transportar hasta 220 pasajeros; pero si el A321neo en sí ya era un modelo ‘tremendo’, como solemos decirlo vulgarmente, el A321XLR será más que una bofetada, será el golpe más duro que Boeing recibirá por parte de Airbus. Y como si fuera poco, entre los clientes lanzadores del A321XLR estaría su connacional American Airlines, la firma que siempre esperó secretamente a que su incondicional amigo escuchará su pedido de presentar un modelo capaz de sustituir al ‘Cohete de Seattle’, el 757.

Boeing, sumergida en una crisis sin precedentes por el problema que le está generando su caballo de carrera más codiciado, el 737 MAX, descuidó muchos espacios que en el pasado eran lugares asegurados para un producto Boeing, llegando al punto de tener que postergar el lanzamiento de uno de los modelos que, al igual que el MAX, se perfilaba a ser un eterno ganador, el 777-9; y como si la suerte le haya mostrado su espalda a la norteamericana, el nuevo peso pesado presentó problemas en los primeros días de prueba con los motores. Con todos estos inconvenientes sobre sus hombros, Boeing acudirá por primera vez (tal vez…) a esta nueva edición del Paris Air Show como uno de los ‘no favoritos’.

Ojalá estemos equivocados, ojalá en esta edición podamos ver nuevamente esa sana competencia entre Boeing y Airbus peleando avión por avión. Y finalmente, ojalá Boeing pueda seguir los pasos de aquel eslogan que utilizara uno de los presidentes más poderosos, ‘Let’s make America great again!’, para volver a lo más alto del pedestal, aquel lugar donde solo los verdaderos triunfadores pueden estar.