El día de ayer ocurrió el fenómeno natural más esperado por la sociedad científica, el eclipse solar completo que ocurre después de casi 25 años. Lastimosamente desde Paraguay, no pudo ser visible debido a las condiciones meteorológicas adversas, pero en países como Argentina y Chile se organizaron vuelos especiales para presenciar dicho fenómeno único.

Pero un vuelo en común o mejor dicho comercial programado para ese día fue lo que llamó la atención. Fue el AR1436 de Aerolíneas Argentinas que partía con un Boeing 737-800 desde el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires con destino a la ciudad de San Juan. Como el mismo se encontraría sobre la trayectoria del sol, el primer oficial Nicholas Fronzo, un astrónomo amateur y con autorización del comandante Peter Ott, habían solicitado a la compañía la modificación del horario de partida para poder así presenciar en vuelo el eclipse solar.
Los pilotos comentaron que la modificación fue muy complicada ya que tuvieron que despegar dos horas antes de lo previsto por lo que toda una red de atención al cliente, como así también varios sectores relacionadas al vuelo tuvieron que moverse para que esto sea posible.
Algunas personas enteradas del cambio, adquirieron exclusivamente los pasajes para poder asistir a dicho fenómeno, pero pasajeros como la pareja conformada por Patricia y Miguel, que habían comprado los pasajes para festejar su aniversario de bodas en la ciudad de San Juan, tuvieron un regalo extra al poder presenciar el eclipse en pleno vuelo.
La tripulación entregó a los viajeros unos lentes proyectores especiales para disfrutar del espectáculo. A pesar de que muchos pasajeros disfrutaron de este increíble fenómeno, el comandante Ott lamentó que solo pudieron verlo los pasajeros sentados a la derecha del avión. Como el eclipse duró tan solo dos minutos, realizar una curva para que sea visible desde ambos lados sería difícil, ya que la misma hubiera demorado más de ese tiempo.