American Airlines ya no es la aerolínea más grande del mundo, perdiendo su título frente a Delta Air Lines y United en el segundo trimestre de este año.
¿Por qué el está dividido el título? Todo depende de cómo “se lo midan”, pero en cualquier caso, American perdió el podio.
Delta, con sede en Atlanta, se convirtió en la mayor compañía aérea del planeta, con ingresos de más de 12.5 billones de dólares en el mencionado periodo. American reportó $ 12 billones de la misma moneda en ingresos operativos y United $ 11.4 billones.

Por su parte, United, con base en Chicago, se convirtió en la más grande del mundo en capacidad, con 73,2 billones de millas por asientos disponibles (ASM) en el último trimestre. American voló 72.3 billones en ASM y Delta 71.8 billones. ASM (Available Seat Miles, o Asientos disponibles por Milla), es una unidad medida de la capacidad de una firma aérea para generar ingresos, que multiplica las plazas disponibles en cada avión por el número de millas que volará.
American Airlines, con hub principal en Dallas/Fort Worth, venía obteniendo el título de la aerolínea más grande del mundo desde su fusión con US Airways en 2013.
La caída de American, guarda relación con los desafíos que enfrenta, con 24 aviones Boeing 737 MAX 8 en tierra desde marzo, lo que le costó al menos 400 millones de verdes en ingresos antes de impuestos este año y provocó la cancelación de miles de vuelos, incluida la suspensión de su Dallas-Oakland. Además, el clima y una disputa en curso con los mecánicos tuvieron le impusieron un costo adicional en el balance en la primera mitad del año.

Mientras tanto, Delta se ha destacado por encontrar nuevas manera de encontrar fuentes de ingresos, siendo por ejemplo, la primera en introducir una tarifa económica básica sin ningún adicional, aumentó con éxito la cantidad de pasajeros que pagan por asientos especiales y por sus clases premiun, a la par de expandir su negocio de mantenimiento Delta TechOps.
A su vez, United se encuentra en medio de un importante impulso de crecimiento interno, al ritmo del 4% anual en un esfuerzo por recuperar lo que los ejecutivos consideran su “participación natural” en el mercado doméstico de los Estados Unidos. El incremento se ha concentrado en sus centros de conexión de Chicago (ORD), Denver (DEN) y Houston (IAH), pero los hubs en Washington Dulles (IAD) y otros aeropuertos también han visto nuevos vuelos bajo un impulso de expansión de United.

American, por su parte, ve su rendimiento rezagado como inconvenientes temporales. Sus directivos esperan que el crecimiento de los ingresos se acelere a medida que se sortean los problemas operativos y que sus iniciativas de red, considerados sus vuelos extras desde Charlotte (CLT), Dallas/Fort Worth (DFW) y Washington Reagan National (DCA), se afiancen.
También se espera que el crecimiento de la capacidad vuelva a niveles normales una vez que la flota 737 MAX regrese a los cielos, y la entrega de Airbus A321neo decante con mayor rapidez.