Mañana martes será clave para Air France, que deberá presentar los resultados del segundo trimestre, pero esta presentación no vendrá sola con los resultados financieros de sus operaciones comerciales; también se espera que haga algo que hace mucho no venía haciendo, un gran pedido de aviones.
La última vez que la aerolínea francesa realizó una orden muy importante de aeronaves fue allá por el 2011 cuando anunció a los Boeing 787-9 y a los Airbus A350-900. Ahora, la aerolínea deberá seleccionar un modelo que sustituya a un centenar de equipos de pasillo único conformado por A320ceo, muchos de ellos con edades que van entre los 15 y 20 años. Según trascendió, todo indica que la sorpresa será el A220 (ex Bombardier C-Series) y no el A320neo, y mucho menos el Boeing 737 MAX.

Aunque al final la decisión la tendrá el gobierno galo, que deberá aprobar la compra de los nuevos aviones. De ser seleccionado el A220, supondría un golpe para Airbus en Europa, porque a pesar de ser ya parte de su portafolio, el aparato se sigue fabricando en Canadá y los Estados Unidos.