El fabricante ruso Kámov, desarrolla el primer helicóptero a reacción del mundo, el Ka-90 (o Ka-92/Ka-100), que podrá plegar sus aspas en vuelo para transformarse en una aeronave a reacción.
Su rotor tendrá un diámetro de ocho metros, con un peso máximo, incluyendo el combustible, de 7,5 toneladas, podrá transportar cuatro toneladas de carga a bordo, o 24 pasajeros y dos tripulantes.
Revisando la performance del Ka-90, se encuentra que el mismo se elevará como un helicóptero convencional, pero a medida que gane altura, las palas del rotor formarán un ala en forma de flecha que lo convertirá en un avión. Así, el aparato aceleraría hasta los 400 kilómetros por hora, para luego plegarse completamente hacia atrás y alcanzar los 800 kilómetros por hora, velocidad sorprendente para un helicóptero. Para retornar a tierra, toda la operativa se realizará en orden inverso.
El Ka-90 asegurará una entrega mucho más eficiente de carga o tropas militares versus el también ruso Mi-8, con una velocidad promedio de 250 kilómetros por hora. La unidad de potencia de esta aeronave se podrá utilizar en dos versiones: el motor de turbina de gas para el rotor y la unidad turborreactor para vuelo horizontal, o una unidad turborreactor de doble circuito, que hará girar el rotor a través de la caja de cambios durante el despegue.
El constructor prevé iniciar la producción de este súper versátil helicóptero en breve. El mock-up del modelo ya había sido presentado en 2008 en la feria HeliRussia, pero razones varias demoraron la puesta en marcha del proyecto.