El 31 de agosto es una fecha triste para la aeronáutica latinoaméricana, ya que en esa fecha, pero del año 1999 ocurría uno de los accidentes más lamentables, que quedará en la retina de muchas personas, quienes perdieron a sus seres queridos, y por, sobre todo, para los que sobrevivieron. Esta es la historia.

Transcurría la noche del martes 31 de agosto del año 1999, eran las 20:38 de la noche, cuando el vuelo 3142 de LAPA taxeaba a la cabecera 13 del Aeropuerto Jorge Newbery (Aeroparque) ubicado en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, con rumbo a la ciudad de Córdoba, en un vuelo de poco más de una hora. En el avión se encontraban 103 almas, 98 pasajeros y 5 tripulantes. El equipo, un Boeing 737-204C con matrícula LV-WRZ, de 29 años de edad, equipado con dos motores Pratt & Whitney JT-8D-9A, operando para LAPA desde diciembre del año 1996.

La tripulación, compuesta por el Capitán Gustavo Weigel de 45 años, contaba con 6.500 horas de vuelo acumuladas, pero gran parte de esas horas fueron producto de su pasada vida como militar, mientras que el segundo oficial Luis Etcheverry de 31 años de edad, con 4.085 horas de vuelo acumuladas. Según declaraciones de los sobrevivientes, previo al momento del despegue, se podía observar el ambiente de “algarabía” en la cabina de la aeronave, la puerta del cockpit se encontraba abierta y los pasajeros podían ver como los pilotos conversaban amenamente con una sobrecargo quien se encontraba dentro de la cabina y recostada sobre ambos asientos de los pilotos. Estas declaraciones pronto se confirmarían como ciertas, cuando se escucharon por primera vez las grabaciones de la caja negra, luego del accidente.

A las 20:54, el vuelo 3142 es autorizado a proceder e inicia carrera de despegue, los pilotos realizan una muy apresurada revisión de los sistemas y por fin, solicitan a las sobrecargos tomar sus respectivos asientos para el despegue. Todo parecía indicar que sería un vuelo tranquilo, pues había cielo despejado y excelentes condiciones para volar. Ya en carrera de despegue comienza a sonar una alarma, los pilotos están confundidos, en ese momento Etcheverry consulta al capitán Weigel, a lo que el responde: “No se que pasa, pero está todo bien”. La aeronave inicia el V1… rotate… V2, allí se activa el stick Shaker por la falta de sustentación, la aeronave vuelve a tocar pista, se sale de ella, atraviesa el vallado del perímetro cruzando una concurrida autopista y llevándose un par de autos con ella, pasó por parte de una planta reguladora de gas y terminó en el predio del Club Argentino de Golf. Dejando un saldo de 65 personas fallecidas, entre ellos los pilotos, 34 personas sobreviven y 17 de ellos resultan gravemente heridas.

La investigación determinó que la tripulación no activó los flaps de la aeronave antes de iniciar el despegue, por lo que la misma no tuvo la suficiente sustentación para levantar vuelo. Recordemos que, desde que la aeronave inició la carrera de despegue, comenzó a sonar la alarma, la cual los pilotos no supieron interpretar, esa alarma era justamente la que estaba indicando que dichos flaps no estaban activados, y que debían abortar el despegue inmediatamente.

La falta de disciplina por parte de la tripulación quien estuvo totalmente distraída con conversaciones fuera de lugar con una de las sobrecargos, descuidando uno de los momentos y procesos más complejos de todo vuelo, la preparación del despegue. También se investigó a la empresa LAPA por manejos irregulares y por la falta de control y rigurosidad con sus personales. En el año 2003 la aerolínea cesó operaciones.