El Ejército de los Estados Unidos, en alianza con el Departamento de Seguridad Interna (DHS) del mismo país, llevarán a cabo pruebas para tener a ciencia cierta antecedentes de cómo se comportaría un avión ante un ataque terrorista con bomba u otros explosivos a bordo. Para ello, han adquirido el Boeing 777-200ER con matrícula original HZ-AKF y configuración VIP ex Saudi Arabian Airlines.
La aeronave en cuestión, que ahora porta la matriculación N771CL y estará basada en el aeródromo del Ejército Phillips de Harford County, en el estado de Maryland, fue fabricada en 1998 y retirada de servicio el año pasado. El contrato de compra incluye además cuatro bodegas de almacenamiento de carga de un equipo B747 para pruebas destructivas extras.

En los próximos días se harán las pruebas específicas, con un puntual interés en determinar el “Lugar de Menor Riesgo de Bomba” (LRBL, por sus siglas en inglés), que básicamente consiste en encontrar el sitio del aparato donde sería hipotéticamente menos riesgoso reubicar una bomba a bordo, para así atenuar la fuerza de una explosión.
Los resultados serán dados a conocer más adelante y las potenciales mejoras de seguridad se aplicarán en el futuro en la aviación norteamericana para hacerla menos vulnerable.