Ayer lunes 23 de setiembre, aterrizó en el aeropuerto internacional Ministro Pistarini de Buenos Aires, el vuelo 4M 7821 de Latam Airlines Argentina procedente de Miami, con una aeronave Boeing 767-300ER matriculada en Chile.
Se trató de la primera operación en la que se aplicó el polémico “interchange”, que habilita a la filial argentina del holding Latam, a usar aviones con matrícula CC (Chile) en rutas de larga distancia que pertenecen a la unidad argentina.
Latam Argentina cuenta en flota con dos equipos 767 matriculados como LV (Argentina) con más de 20 años de antigüedad, que carecen de la tecnología ADS-B Out, demandada por el gobierno estadounidense como condición para usufructuar espacio aéreo norteamericano a partir del 1 de enero de 2020.

En relación a lo anterior, Latam Airlines Group consideró que resultaría inviable dotar a esos dos aparatos con los equipamientos requeridos ni efectuarles un retrofit a las cabinas, por lo que apeló a la ley argentina para revertir la regulación que le imposibilitaba usar aviones con matrícula extranjera (tiene otros nueve 767-300ER) en rutas que pertenecen el estado argentino, y advirtiendo que si no obtenía los permisos, levantaría la conexión Buenos Aires-Miami, poniendo en peligro alrededor de 200 puestos de trabajo.
La República Argentina concedió a Latam Airlines la autorización, por lo que a partir de ahora, cualquiera de los aviones Boeing 767-300ER (CC) de la firma con bases en Santiago, Lima o Guayaquil, puede cubrir el enlace Buenos Aires-Miami, ganando así una mejor optimización en la utilización de los recursos, pues anteriormente, los 767 con bandera argentina (LV), una vez en Estados Unidos, quedaban todo el día en tierra hasta su retorno por la noche a Ezeiza.