Días pasados, Dennis Muilenburg, CEO de Boeing, declaró en una audiencia ante legisladores de los Estados Unidos respecto al proceso de certificación del avión 737 MAX, involucrado en dos accidentes con pérdida total de vidas que le costaron el veto para uso comercial en el mundo entero.
El ejecutivo habló sobre las actualizaciones de software y los cambios aplicados al sistema de protección de ángulo de ataque MCAS del 737 MAX, los cientos de vuelos de prueba hechos con la aeronave, de la creación de un comité para poner la seguridad como foco de la compañía, la transparencia y el mejoramiento del programa de entrenamiento para tripulaciones.
Muilenburg fue duramente acusado por los intervinientes, puesto que Boeing no había reconocido al inicio su culpabilidad en un sistema fallido y por considerar que el constructor dijo verdades medias todo el tiempo.
La convocatoria a la máxima autoridad de Boeing se dio luego de que Indonesia haya publicado el reporte final del accidente del vuelo JT610 de Lion Air, que el 28 de octubre de 2018 se estrelló en el Mar de Java a los 13 minutos de despegar de Yakarta, provocando la muerte de las 189 personas a bordo y desatando el inicio de la crisis en la industria para este avión. El informe destaca que una de las principales razones de la tragedia se debió al funcionamiento deficiente del MCAS y al entrenamiento insuficiente de los pilotos.
“Ataúdes voladores”, “caminaría antes de subirme a un 737 MAX”, fueron algunas de las declaraciones que se escucharon en la sala durante la audiencia. Los jueces coincidieron en que Boeing actuó sin la supervisión adecuada de los organismos de seguridad de los Estados Unidos para la certificación del aparato.
Una de las preguntas más candentes que la senadora Maria Cantwell hizo a Muilenburg fue, si Boeing se declara culpable del accidente al no haber probado el sistema MCAS en modo de falla similar a los escenarios que se presentaron a las tripulaciones de Lion Air y Ethiopian Airlines, siendo la respuesta de Muilenburg que “en retrospectiva sí”, pero se defendió diciendo que se hicieron pruebas de todo tipo con ingenieros durante el proceso de certificación que duró bastante tiempo.
El accidente de Ethiopian Airlines aún está bajo investigación por parte de las autoridades etíopes, aunque se cree que el desenlace será similar al de JT610, o sea, que los pilotos tuvieron que luchar con un avión ingobernable derivado de las inconsistencias del MCAS.
El CEO del fabricante de Seattle reforzó que la empresa continuará trabajando para recuperar la confianza de sus clientes y pasajeros.
La conferencia completa puede ser vista acá.