Boeing presentó una propuesta a la NASA para un Sistema Integrado de Lanzamiento Humano (HLS) diseñado para llevar de forma segura a los astronautas a la superficie de la luna y devolverlos a la órbita lunar como parte del programa de exploración espacial Artemis.
La propuesta de la compañía exige entregar el elemento de ascenso y de descenso del módulo de aterrizaje a la órbita lunar en un lanzamiento de cohete para garantizar que esté diseñado para la máxima capacidad y seguridad de la tripulación. Este enfoque reduce la complejidad y el riesgo de enviar múltiples segmentos a la órbita en lanzamientos diversos, lo que permite un aterrizaje en la superficie lunar tripulado con solo cinco eventos de misión crítica en lugar de los 11 o más requeridos por estrategias alternativas. El módulo de aterrizaje integrado de Boeing también puede transportarse desde la órbita lunar a la superficie sin una etapa de transferencia adicional o “remolque espacial”, lo que reduce aún más los lanzamientos y simplifica los pasos para un aterrizaje exitoso.
“Usando la capacidad de elevación del Bloque 1B del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA, hemos desarrollado un enfoque de ‘Pasos hacia la Luna’ que minimiza la complejidad de la misión, al tiempo que ofrece el camino más seguro y directo a la superficie lunar”, dijo Jim Chilton, vicepresidente senior de Space and Launch para Boeing Defence, Space & Security.

El diseño de Boeing se basa en la columna vertebral de exploración de la NASA, el cohete SLS actualmente en producción en las instalaciones de la Asamblea Michoud (MAF) de la NASA. El SLS tiene una capacidad de elevación sin igual sobre componentes de vuelo probados. Este enfoque acorta el tiempo de desarrollo y reduce el riesgo, lo que permite a la NASA aterrizar de manera segura en la superficie de la luna para 2024.
El diseño flexible del módulo de aterrizaje allana el camino más rápido a los vuelos lunares al tiempo que proporciona una plataforma robusta que puede realizar la gama completa de misiones de exploración de la NASA. Se puede acoplar con el orbitador lunar Gateway o directamente con el Orion de la NASA para eliminar la necesidad de una nave espacial adicional, ambas a tiempo para cumplir con el mandato 2024.
El diseño incluye innovaciones en sus motores, compuestos y sistemas automatizados de aterrizaje. Las tecnologías clave se basan en la nave espacial Boeing CST-100 Starliner, que se demostrará por completo durante su próxima Prueba de Vuelo Orbital a la Estación Espacial Internacional en diciembre de 2019.
Boeing se asoció con el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, el Centro Espacial Johnson y el Centro Espacial Kennedy y colaborará estrechamente con la NASA para integrar, certificar y operar este innovador HLS. La compañía también proporcionará los recursos críticos y el conocimiento de la industria necesarios para garantizar la entrega a tiempo en apoyo de un aterrizaje lunar de 2024. Ya sea que sirva en el espacio de la misión 2024 o 2025 de la NASA, el enfoque de Boeing maximiza el retorno de las inversiones de la agencia en programas anteriores y en curso para permitir el camino más simple y, por lo tanto, de mayor probabilidad de regreso a la superficie lunar.