No importa lo que pase, no importa lo que digan, para un hijo/a, su padre siempre será su orgullo y su modelo a seguir. Quién no recuerda algunas tardes de su niñez jugando con su padre, o acompañándolo a un estadio para ver un juego o simplemente estar con él en sus quehaceres.
Pero la historia de Lea va un poco mas allá, ella es una niña canadiense de 4 años, la cual tiene un padre sin dudas fuera de serie, ya que el mismo es piloto e instructor de vuelos acrobáticos, un trabajo no tan común y que conlleva ingredientes únicos como la adrenalina, por ejemplo. Y bueno, que niño/a no habrá querido acompañar a papá a su trabajo, ¿no?

A su corta edad, Lea ya realizó varios vuelos acrobáticos con su padre, y como verán en el vídeo, lo disfruta bastante. Es más que obvio que ella comparte el amor a volar y a las acrobacias, como su padre.