La aerolínea australiana Qantas batió su propio récord, finalizando el vuelo sin escalas más largo de la historia con pasajeros, entre Londres y Sydney, el cual aterrizó hoy viernes 15 de noviembre a las 12:28, hora de Oceanía, en el aeropuerto internacional Kingsford Smith.
El #QF789 fue operado con un Boeing 787-9 Dreamliner nuevo de fábrica, que porta la matrícula VH-ZNJ, está bautizado como “Longreach” y luce un livery especial por los 100 años de la firma del canguro. El aparato despegó ayer jueves 14 de noviembre desde el aeropuerto de Heathrow a las 6:09 hora local y tras recorrer 17.018 kilómetros, tocó tierra en Sydney tras 19 horas y 19 minutos. A bordo habían 52 pasajeros, seis tripulantes y cuatro pilotos encabezados por la comandante Helen Trenerry. La ultra moderna aeronave tuvo un peso al despegue de 231.950 kg y estuvo alimentada por 100.000 kg de combustible.
Se trató de un vuelo exploratorio que forma parte del Proyecto Sunrise, con la finalidad de medir las condiciones físicas y mentales a las que son sometidos los pasajeros (en su mayoría científicos) y tripulaciones, al atravesar por varios husos horarios y como éstos los afectan tras pasar casi 20 horas dentro de un avión. A medida que transcurrió el vuelo, todos fueron supervisados por médicos del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney, que monitorearon como un vuelo tan largo repercutió en el cerebro, principalmente en los de los cuatro pilotos que fueron rotando al mando, e identificaron los periodos óptimos de descanso y trabajo de la tripulación; asimismo, se publicarán conclusiones sobre como influyen en los viajeros las comidas, bebidas, el reducido espacio para el movimiento y los sistemas de entretenimiento.

Ya el pasado 19 de octubre, Qantas marcó un hito, al finalizar el vuelo sin paradas más largo y el primero hecho jamás entre Nueva York y Sydney, concretado en 19 horas y 14 minutos con el mismo tipo de avión. Este #QF7879 fue el segundo en la historia que se efectiviza sin escalas entre Londres y Sydney; la primera ocasión, también lo hizo Qantas en 1989, hace 30 años, con un avión cuatrimotor Boeing 747-400 matriculado como VH-OJA, aparato que ahora se exhibe en un museo público al sur de Australia.
Una vez en suelo australiano, el flamante y súper tecnológico avión, fue recibido por cerca de 1.000 empleados de la compañía, que mañana 16 de noviembre cumple 99 años de existencia ya preparándose para su centenario.

El presidente de Qantas, Richard Goyder, dijo: “Qantas es un ícono nacional porque es una parte muy importante de la vida australiana desde hace mucho tiempo. Comenzamos en el interior de Queensland llevando correo y algunos pasajeros en la década de 1920. Crecimos a medida que Australia lo hacía, y hemos tenido importantes roles de apoyo durante guerras, desastres nacionales y celebraciones. Nuestros fundadores hablaron sobre la superación de la tiranía de la distancia y, a lo largo de los años, hemos cambiado de biplanos a mega aviones para ayudar a acercar a las personas.”
“Casi un siglo después de nuestro primer vuelo, Qantas y Jetstar transportan a más de 50 millones de personas alrededor de este país y el mundo cada año. Estoy seguro de que eso sorprendería a nuestros tres fundadores, que celebraron las primeras reuniones de la junta de esta empresa en la sastrería local porque era la mesa más larga que pudieron encontrar. Muchos australianos vieron el mundo por primera vez en un canguro volador. Y muchos inmigrantes comenzaron su vida en Australia cuando subieron por primera vez a un avión de Qantas. Hay tantas historias increíbles de Qantas que también cuentan la historia de la Australia moderna. Queremos que nuestro centenario sea una celebración de esas historias y también cómo seremos parte de llevar el espíritu de Australia más allá en los próximos años”, agregó Alan Joyce, CEO de Qantas.

Qantas comenzó a conectar a Londres con Sydney en 1947, en un viaje de cinco días y seis paradas. Hoy, la aerolínea vuela de Londres a Perth (costa oeste de Australia) sin escalas en alrededor de 17 horas y la ruta tiene la calificación más alta de satisfacción del cliente de cualquier vuelo en la red internacional de Qantas.