El spotter en palabras descritas por un mortal sin apego a la aviación es simplemente un loco que gusta observar y fotografiar a los aviones; de hecho muchas veces son catalogados como frikis por los inusuales comportamientos que muestran tanto dentro de los aeropuertos como en las inmediaciones de ellos.
Realmente consideramos difícil incluso explicar a personas ajenas a la aviación, que se siente poder ver a esos pájaros de metales tomar impulso, despegar y perderse en el horizonte, cuán emocionante es ver los aterrizajes (si son con viento cruzado mejor) y mucho menos entenderán lo que significa inmortalizar aquel momento exacto que por siempre quedará grabado en tu memoria de la cámara, celular, filmadora e incluso en tu cerebro.
Y que mejor qué explicar lo que es un “Spotter”, de la mano de uno de los pesos pesados de este hobby; el gran Gianfranco Beting.
Gianfranco Beting, una persona que probablemente nació con el Jet A1 fluyendo dentro de sus venas, cuyo amor por la aviación nació al mismo tiempo que dio su primer aliento. Dentro del mundo de la aviación es conocido cariñosamente como “Panda”, hijo de Joelmir Beting, periodista brasileño que revolucionó la forma de informar sobre economía en ese país. Panda sin lugar a duda es todo un veterano dentro de la aviación, fue director de marketing de TransBrasil y cofundador de Azul Linhas Aéreas junto a David Neeleman; los aviones de Azul con diseños coloridos fueron obras de arte de Panda. Tras dar un paso al costado en Azul, hoy se dedica como consultor de empresa cuyo foco principal se centra en la aviación. Recientemente colaboró con el grupo Amaszonas para lanzar la nueva identidad visual de la aerolínea, naciendo así el Grupo Amas.
A seguir un artículo escrito por el gran Panda titulado “Spotters, una tribu en formación”. Espero que disfruten de la lectura y te sientas relacionado y atraído por cada una de la palabras que el autor va describiendo. ¡Buena lectura!
Un verdadero pueblo multinacional, personas que nunca se han conocido en la vida, en dos minutos ya están hablando como dos amigos. Personas que pasan horas bajo el sol o soportan el frío siberiano sin poder comer durante largas horas, incluso hasta 12hs. Las personas que viajan 20 horas por avión a un país lejano, y no salen del aeropuerto. ¿Están locos? No: son los observadores de aviones, trenes, barcos y autobuses, son los Spotters.
Ph: KN Aviation
Esta tribu tiene sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra. Los niños se reunían durante horas en las cercanías de los rieles o estaciones para observar el paso de los trenes. Esta fue una de las pocas diversiones disponibles en los años de conflicto. El pasatiempo se llamaba “Trainspotting”: los trenes que pasaban eran “marcados” o sea “spotted” por los chicos que escribían sus números o matrícula en sus cuadernos. Más tarde los cuadernos fueron sustituidos por la cámara fotográfica.
Después de la guerra, estos niños testigos de una explosión en el tráfico aéreo dirigieron sus miradas al cielo, en las aerolíneas provenientes de tierras lejanas, con nombres y pinturas diferentes que llamaban la atención. La afición se ha extendido y se ganó el derecho a ser llamado “aircraft spotting”.

Dejando Gran Bretaña, la afición pronto conquistó otros países europeos. Hoy en día, Alemania, Holanda y Suiza comparten con los ingleses la pasión por este hobby. Otro país con un gran número de practicantes es Japón; ya he visto varias mujeres “spotters”, una especie rara aquí (Brasil). Hasta tuve la oportunidad de conocer a una abuela “spotter”. No me resistí y fui a confirmar, ella me dijo que practica este hobby desde la Segunda Guerra Mundial, cuando “salía con un piloto”. Por cierto, en Estados Unidos la afición es relativamente pequeña, también en América del Sur, incluyendo a Brasil. A pesar de que pocos practican este hobby, la pasión por es enorme.
Hay, por supuesto, diferentes tipos de locos: están aquellos que simplemente anotan las matrículas en sus cuadernos (los observadores clásicos). Y otros simplemente observan por medio de binoculares, telescopios o a simple vista, a menudo con una pequeña radio pegada a los oídos en sintonía con las frecuencias de las torres. Por último, entre los fotógrafos, hay subdivisiones, “los Insiders” – la elite que tiene acceso a la plataforma en los aeropuertos- y “los Outsiders” – en su mayoría los que no tienen acceso a los lugares “restringidos”, observan desde afuera de la terminal aérea, terrazas o como algunos aeropuertos disponen de un “observation deck” o mirador . En ambos casos, los fotógrafos tienen sub-divisiones: hay quienes gustan de escenas de acción (aterrizajes y despegues), otros que sólo como imágenes de los aviones a un lado, otros que no pueden ver a gente alrededor de la aeronave. Un caso especial podría ser el spotter cubano-americano, Crazy George, quien se lleva la palma, no puede haber ni una – incluso ninguna – nube en la imagen. Descartada: si el cielo no es azul….no hay foto.
Observadores verdaderos y falsos
Esto es fácil de reconocer: los verdaderos spotters madrugan, no tienen problemas en sacrificar su “vida social” por su pasión y hacen todo lo posible para estar en la “hora y lugar” correctos. Un ejemplo que ilustra el amor verdadero de un spotter; un día iba yo a un asado en Helvetia Polo en Indaiatuba. Para ir al club, el camino me hacía pasar en frente al aeropuerto de Viracopos. De lejos, desde la ventana del auto siempre me fijaba en la plataforma del aeropuerto en busca de alguna novedad. Es innecesario sería decir que mi cámara siempre se encuentra en “standby” en el maletero, preparada para cualquier eventualidad. La regla número 1 de un buen spotter, como suelen decir en las propagandas de las tarjetas de crédito, es “nunca salgan de la casa sin ella”.
Bueno, desde la distancia vi un avión extraño. Me desvié y fui a comprobar: nada más y nada menos que un extremadamente raro (sólo 10 construidos) Shorts Belfast estaba estacionado en el patio. En ese momento, cuando aún no existían los celulares, corrí hacia el teléfono público más cercano y llamé a un buen amigo y spotter Alberto Fortner. La transcripción del diálogo lo explica todo:
-Alberto, buenos días, ¿cómo estás? Es Gianfranco.
-Muy bien, Gianfranco? ¿Qué pasa?
¿Está ocupado, Alberto?
-Sí, me voy a comprar algunas cosas que mi esposa me pidió, y después vamos a un almuerzo. ¿Por qué?
-Porque quería hacerte saber que hay un Shorts Belfast estacionado en Viracopos.
-Llego en 50 minutos.
Esta compulsión demoníaca es lo que separa a un spotter de un humano “normal”, nadie puede entender el nivel de pasión y devoción que une a esta hermandad en todo el mundo. Ya hice y sigo haciendo amigos en varios aeropuertos extranjeros. Chinos, australianos, japoneses, europeos, argentinos, malteses, gambianos, amigos con los cuales me identifico. Las personas que de un día para otro entran en mi corazón, unidos por la misma pasión. Lo que la ONU trata de hacer las últimas décadas, un DC-8 lo hace en cuestión de segundos.
El spotting también se aprende
Como todo en la vida, la práctica hace al maestro. A continuación las reglas de un verdadero spotter, que lo aprendí de la peor manera: tentativa y error.
1- Siempre, siempre, siempre debes llevar contigo tu cámara al aeropuerto. Aquel día en el que debes llevar a tu gorda tía para su viaje, habrá un Concorde estacionado en Congonhas con el livery de Pantanal …
2- Debes planear y comprobar antes de salir de tu casa. ¿Memorias? ¿Baterías? ¿Ajuste de la cámara? Este último es un error común: reemplazar las películas y se olvidan de establecer la configuración en la cámara. Revisar todo de nuevo después de llegar al lugar. A veces, cuando manejas la cámara, puedes cambiar por error alguna configuración. Y nunca, nunca debes olvidar las baterías – una en la cámara, otro en la bolsa. Ahorra en todo, excepto en las baterías. Y debes llevar más memorias de las que necesitas. Nunca se sabe lo que puede ocurrir.
3- Se tiene que trabajar duro. Una buena foto, una buena sesión de spotting es directamente proporcional al esfuerzo. Levantarse temprano, caminar cuatro kilómetros, con el equipo a la espalda, sensación de aburrimiento sueño, el frío, el miedo, son los ingredientes básicos para lograr el “727 que siempre se me escapaba …”
4- ¿Te vas a quedar por varias horas? Debes planear que comer. Debes evitar el clásico “diablos, justo vino tal avión a la hora que fui a comer”. Llevar comida y bebida de la casa si es necesario.
5- Vístete de manera apropiada, ya que tuve que interrumpir varias veces una sesión de spotting porque tenía demasiado calor o frío. Planificar e informarse. Esto es la aviación: no se despegan sin estudiar las cartas y las alternativas.
6- Cubre tu cabeza. Como un buen spotter, se fotografía en un día soleado, la exposición excesiva al astro rey provoca el envejecimiento prematuro, cáncer a la piel, piel de gallinas y otros efectos secundarios. Además, no conozco a ningún spotter bronceado uniformemente. Un buen sombrero y bloqueador solar son elementos esenciales para un buen spotter.
7- Nunca centrar excesivamente tu atención. En los aeropuertos con mucho movimiento, es común que spotters inexpertos centren toda su atención en una aeronave, y está perdiendo un aterrizaje, despegue que ocurre al lado.
8- El respeto a las autoridades. Eres un sospechoso “por excelencia”, hoy en día, especialmente después del 11 de septiembre. Explicar educadamente, ¿por qué vienen?, ¿para qué vienen?, etc. Los buenos modales nunca están de más. Se recomienda llevar algunas fotos que has hecho, para demostrar que no perteneces a la Al Qaeda.
9- Infórmate sobre el tráfico. Averigua las aeronaves que deben aterrizar y despegar en el día que vas al aeropuerto.
10- Nunca pronunciar esa palabra que empieza con “ll” y termina con “uvia”. Atrae a los frentes fríos, tifones, tornados, etc. Debes mentalizarte que el día va a estar despejado.
Alegrías y tristezas de un Spotter
Habla todo lo que quieras, nunca conocí a un spotter cuyo nivel intelectual no sea arriba de la media.
El hecho de estudiar un tema desarrolla tu cerebro. Y casi necesariamente tienen que entender un poco de inglés. Por no mencionar el conocimiento de la geografía y la historia que acaban mezclados con la afición. Pregunta a los estudiantes universitarios cuál es la capital de Mongolia. Dudo que le den la respuesta correcta. Luego pregunta a un spotter, no sólo respondería correctamente, cómo también le dará la información de la aerolínea aérea nacional, le hablará sobre la pintura nueva que no le gustaba, es más le pedirá si no tiene alguna foto de un Twin Otter.
Si viajas, la joya de la corona de la existencia humana, conocer otros pueblos, lenguas, costumbres, razas, cocina. Prueba el invierno de Alaska, el calor de Johannesburgo, la altitud de La Paz, la civilización de Londres, la hospitalidad japonesa, etc. No importa si estás casado o comprometido. Irás al aeropuerto, mientras tu novia o esposa va al centro comercial o a la playa. Por la noche le cuentas cuantos DC-10 fotografiaste y le pides unos masajes en los hombros cansados de llevar el equipo. Incluso hay agencias de viajes especializadas en organizar viajes para spotters.
Ph: The Balance Careers
Pero tal vez, la gran alegría es encontrar un montón de gente en sintonía contigo, tus amigos spotters. En este mundo, la fraternidad habla el mismo idioma, la pasión por los aviones. Otra alegría es ver el cielo, presta atención a los signos, las sombras, los colores. ¿Cuántas veces he sido testigos de amaneceres y puestas de sol majestuosos en los aeropuertos en dónde he practicado el spotter?
Cuando me refiero a lo triste de un spotter, eso está relacionado con la imposibilidad de practicar el hobby. Especialmente después del 11 de septiembre en algunas regiones del mundo, como en los EE.UU. y algunos países europeos y asiáticos. El “spotting” se unió a la lista negra de las “autoridades”. En lugar de tratar de combatir y prevenir la verdadera causa de tantas tragedias, optaron por la solución más fácil, prohibir la presencia de spotter en las cercanías de los aeropuertos, cerrando terrazas (¿has oído hablar de algún intento de terrorismo desde una terraza?) y combatir a los que en realidad podría ayudar.
Y ahí están los encuentros desafortunados con la policía. En mi caso particular son varios. Por citar algunos: pistola en la cabeza por un policía en St. Louis (1997), ametralladora en la cara en Bogotá (1997), atacado por un oficial de policía en México (2001), registrado por la policía en Miami (2002) y la más espectacular, rodeado por arriba por un helicóptero de la Policía Italiana y por delante un coche de asalto de los Carabinieri en el aeropuerto de Roma en 1998 (solo pude fotografiar al helicóptero que sobrevolaba mi cabeza). Estoy ya acostumbrado.
Se ríen, se ríen, entrecerrando los ojos
Un spotter es un ser solitario, discriminado por sus compañeros y despreciados por la misma raza humana. Por citar un ejemplo, un compañero de trabajo viene y me dice: ¡Buenos días, Gianfranco! ¿Te pasaste fotografiando a los “aviones” de nuevo? O un hermano más ingenioso: ¿Que viste hoy, un Zeppelim, un 14-Bis o un Concorde?
Cambia de tema. Pasa el ratón sobre el nivel 390. Estos payasos, miserables pobres diablos sin pasión, nunca entenderán el efecto psicotrópico que hay en ver un avión con una nueva matrícula, un nuevo livery o una nueva aerolínea. No importa. Recuerda que Tom Jobim solo vendió 20.000 discos y el grupo So para Contrariar 20 millones de discos…cosas buenas son solo para pocos.
Pasa a otra cosa, pregúntale quién y cómo fue eliminado de la casa de los artistas, si el Flamengo necesita de un nuevo técnico, etc. Ahí verás como tu compañero te volverá a ver normalmente para hablar de las cosas de la vida, mientras en ese momento tu mente despega hacia Heathrow, Los Angeles, Congonhas, Haneda.
Basta de hablar. Vamos a ir al aeropuerto?
Por Gianfranco Beting