Si sos mamá, ¿imaginás a tu propia hija a quien tuviste nueve meses en la panza pilotando el mismo avión que estás volando? Sin dudas, sería una satisfacción para ambas compartir la misma pasión.
Ese sueño de madre e hija se hizo realidad en un vuelo de Air Europa, cuando Marta Ríos, Jefa de Cabina, en compañía de su hija Laia Clark Rivers, comandante de aviones Boeing 737-800, emprendieron un vuelo juntas.
Algo bien valorado hoy en día es ver la capacidad de una mujer y de lo que puede llegar a hacer, trabajos que de forma “tradicional” anteriormente eran bien vistos solo en hombres. Estas historias de vida son la mejor forma de demostrar, y de hecho no teníamos ninguna duda de ello, es que las mujeres sí pueden triunfar en el ámbito aeronáutico .
Existen varias compañías como Air Europa, que no anteponen el sexo a la hora de reclutar tripulantes y o pilotos para sus aeronaves. Rompiendo paradigmas del pasado, contratan colaboradores sin considerar el género.
Para un o una tripulante de cabina, el trabajo requiere una gran responsabilidad como cualquier otro personal, donde necesita cualidades para ofrecer atención cordial y seguridad a los pasajeros, el control de los mismos y miles de horas de entrenamiento para poder sobrellevar una emergencia en el caso que se requiera, todo esto indiferentemente al sexo que tenga.
Ocurre lo mismo dentro de la cabina de mando, hombres y mujeres que han estudiado con mucho esfuerzo y lo siguen haciendo para poder estar al comando de una máquina de mediana o gran magnitud. Son personas que a lo largo de su vida luchan por un sueño que día a día es un grano de arena que va aportando a su formación para así poder llegar al lugar que sueñan.
En el caso de Marta y Laia, requieren de trabajo en equipo entre ellas y de todo el crew que transporta a miles de pasajeros diariamente, apartando por unas horas el hecho de tener la misma sangre y entrar al ámbito laboral. Empezando por el briefing, la preparación de la aeronave, realizando una lista de chequeo para que todo esté en orden, servicio en el embarque de pasajeros y a bordo del avión en el caso de Marta, dirigir todas las fases del vuelo para Laia, aterrizar en el aeropuerto de destino, lista de chequeo en el desembarque para las dos; en fin, un sin número de criterios cuidados para que Air Europa obtenga, como siempre, el éxito que la caracteriza.
Alentamos día a día a personas como Laia y Marta, que alguna vez creyeron en que sí podían y pudieron, que los tabúes se quedan guardados.