A más de dos años de aquel intento de terrorismo por parte de dos hermanos libano-australianos, el 17 de diciembre pasado, el Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur, Australia, condenó a Khaled Khayat a 40 años de prisión sin libertad condicional hasta 2047 y a su hermano, Mahmoud Khayat, a una sentencia a 36 años sin posibilidad de libertad condicional hasta 2044.

Todo esto a efecto de que el 15 de julio del 2017 intentaron hacer estallar una bomba dentro de una aeronave de la compañía árabe Etihad Airways que cubría la ruta entre Sydney y Abu Dhabi, donde se hallaron explosivos dentro de una picadora de carne en una maleta despachada por un tercer hermano que intentó facturar dicho equipaje sospechosamente pesado.
Según investigaciones de los efectivos policiales, el plan era despachar la maleta, que ingrese a la aeronave, y 20 minutos después sea estallada en pleno vuelo. Concluyeron que los explosivos fueron enviados a los hermanos por miembros del Estado Islámicos de Irak y Siria (ISIS).

Este acto terrorista hizo activar las alarmas de protocolos de seguridad de todos los aeropuertos de Australia, que en el caso de no haberse evitado, la historia sería diferente.
“Las autoridades libanesas habían estado monitoreando a los hermanos durante más de un año y que coordinaron sus actividades con sus homólogos australianos. El ataque fue frustrado porque el equipaje tenía sobrepeso, podría haber tenido éxito si no se hubiera excedido el límite de peso. El motivo alegado era castigar a los Emiratos Árabes Unidos y Australia por ser parte de la coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico”., alegó Nohad Machnouk, Ministro del Interior libanés.
