Según información de la agencia de noticias RIA Novosti, un caza ruso Sukhoi Su-57 con denominación OTAN “Felon”, se estrelló en las cercanías de la fabrica de aviones de Komsomolsk-on-Amur, en la región de Khabarovsk Krai. Al parecer, el caza accidentado sería una versión de pruebas que se encontraba realizando algunos tests en las inmediaciones. El piloto consiguió eyectarse y fue rescatado a salvo por un helicóptero de la Fuerza Aérea Rusa.

Este accidente del caza furtivo de quinta generación de Rusia se suma al aterrizaje forzoso de una aeronave bombardera Tu-22M3 el pasado 17 de diciembre, cuya tripulación logró escapar sin ninguna lesión, y a la caída de un helicóptero de combate Mil Mi-28 con denominación OTAN “Havoc”, estrellado en Korenovsk (región de Krasnodar), matando a sus dos pilotos.

A pesar de que muchos incidentes y accidentes que ocurren con equipos militares rusos no suelen ser publicados a nivel internacional, todo esto ocurrió a la par del incendio a bordo que sufrió el único portaaviones ruso, el Almirante Kuznetsov, que dejó como saldo tres personas fallecidas y varios heridos.