Pasajeros de un vuelo de Qantas entre Melbourne y Canberra, que sobrevolaba la zona de incendios forestales sin precedentes que experimentan los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur en Australia, fueron tomados por sorpresa cuando su avión Boeing 737-800 entró en una zona de inestabilidad por fuego y humo, tornándose la vista desde las ventanas completamente anaranjada.
El pasajero Matt McIntyre, dijo: “El paisaje se puso más y más gris, y luego naranja. Hubo malas palabras, vi gente vomitando frente a mí. Al minuto pasó de ser de día a ser de noche”.
El pasajero Hua Tuo, aseguró: “se trató del vuelo más aterrador de mi vida. Era naranja afuera de la ventana, de repente se volvió negro y luego fue muy turbulento”.

Tras atravesar esa región, la tripulación se disculpó con los viajeros, confirmando que no hubo riesgo para el vuelo, aunque reconocieron que esas nubes no aparecían en el radar de la aeronave.
Las nubes ardientes emergen cuando el aire caliente de los incendios se eleva en el cielo y se enfría, causando condensación y formación de nubes, a menudo muy rápidamente. Al volar a través de estas nubes, los pasajeros y la tripulación pueden ver muchos colores diferentes fuera de sus ventanas, incluido el negro.
La jefa de seguridad de Qantas, Debbie Slade, dijo que los pilotos reaccionaron con astucia para evitar la inesperada turbulencia. “Los pilotos treparon el avión para tratar de evitar las formaciones lo más posible y decidieron proceder con una aproximación diferente en Canberra, donde la aeronave tuvo un aterrizaje normal.”
Fotos: Hua Tuo