El pasado 15 de enero, un Boeing 737 MAX 8 de Enter Air, fue visto en el aire, cuando existe un veto global de usufructo para este tipo de avión – como todos lo sabemos – debido a dos tragedias con pérdida total de vidas ocurridas en octubre de 2018 y marzo de 2019, generando una de los mayores escándalos de auditoría y confiabilidad de la industria aerocomercial de todos los tiempos.

La aerolínea polaca posee dos unidades de este avión y cuatro más en orden (además tiene 21 737-800), imposibilitados de poder usarse, pero la firma requirió el traslado de la nave con matrícula SP-EXB desde su base en Varsovia a Tel Aviv, Israel, por lo que solicitó un permiso especial para llevar a cabo tal misión.
Para el viaje ferry (sin pasajeros), la tripulación del 737 MAX 8 mantuvo sus flaps hacia abajo, voló a una altitud de solo 19.000 pies y a Mach 0.49, cuando la velocidad de crucero promedio de la aeronave es de alrededor de Mach 0.79.

La razón del envío del aparato hasta el destino mencionado no fue relevada, pero es probable que se deba a que el mismo requiriera algún mantenimiento, o bien para ser almacenado, ya que la ubicación geográfica del aeropuerto Ben-Gurión es abierta, con bastante espacio físico y con un clima más benigno en comparación al frío invierno europeo.