Sin lugar a dudas, el 2019 fue un año para sepultar en lo más profundo del baúl de historias de la Boeing; un año marcado por la problemática del 737 MAX, quejas de los KC-46 por parte de su mayor cliente, la USAF, y coronando la pesadilla para el gigante norteamericano, el ejercicio que terminó lo hizo con el saldo de pedidos más bajo de la firma en casi tres décadas, dejando así camino libre a su rival europea Airbus, a convertirse en el mayor fabricante global de aviones.

Pero al parecer el 2020 tampoco cambiará demasiado el panorama, ya que según correos electrónicos internos entre los empleados de la Boeing, afirman que su nuevo buque insignia, el 777X, considerado el mayor avión bimotor del mundo, estaría amenazado con fallos de seguridad similares que su hermano más pequeño, 737 MAX. Estos mails condenatorios publicados como parte de una investigación del Senado de los EE.UU., sobre los dos accidentes fatales del 737 MAX, ponen de relieve que los colaboradores de Boeing temem que el 777X, una versión modificada del 777 actual, pueda ser vulnerable a problemas técnicos.

Entre los correos filtrados se destacan las inquietudes de los propios empleados en seguir trabajando con proveedores de baja reputación con un costo mucho más reducido, dando a entender que desde la propia empresa se estaba priorizando las ganancias antes que la calidad y seguridad de sus productos.
“La mejor parte es que estamos reiniciando todo esto con el 777X con el mismo proveedor y nos hemos inscrito en una competencia aún más agresiva”.
“Nos colocamos en esta posición al elegir el proveedor de menor costo y suscribir tiempos imposibles de cumplir. ¿Por qué recibió el contrato el proveedor más bajo y no el más probado? Basado exclusivamente en el dólar inferior. ¡No solo el MAX, sino también el 777X! La gestión de proveedores impulsa todas estas decisiones”.
Cabe recordar que en setiembre pasado, el 777X sufrió un revés cuando falló una prueba de fuerza en tierra, sufriendo una descompresión explosiva que rasgó el fuselaje y salió disparada una de las puerta de emergencia.
El presidente ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, fue destituido en diciembre por su manejo de la crisis del 737 MAX, y por su gestión integral en la empresa. Después de hacerse cargo en 2015, las acciones de Boeing se dispararon gracias a un nuevo enfoque en las ganancias, una política que fue criticada en los correos electrónicos internos.