Boeing debería cambiar el nombre del 737 MAX para ayudar a desviar las preocupaciones de seguridad de los pasajeros antes del regreso a servicio comercial del avión, según comenta el veterano de la industria de arrendamiento de aviones Steven Udvar-Hazy.
“El nombre MAX es sinónimo de desconfianza luego de dos accidentes fatales, y no hay razón alguna para que Boeing insista con la denominación MAX”, afirmó Udvar-Hazy, fundador y presidente de Air Lease Corp.
“Le hemos pedido a Boeing que se deshaga del nombre MAX”, recalcó el empresario. “Creo que la marca MAX debería aparecer en los libros de historia como el peor nombre para un avión”.
El portavoz de Air Lease, uno de los mayores clientes del 737 MAX, con alrededor de 200 pedidos, continuó: “Dado que no hay referencia a la marca MAX como tal en la documentación de Boeing presentada a los reguladores, Boeing puede simplemente comercializar el modelo de acuerdo con la variante numérica, como 737-8 o 737-10, por ejemplo.”

Renombrar el MAX ayudará a abordar la renuencia pública a volar en la aeronave, especialmente en mercados más supersticiosos, según Udvar-Hazy. Las aerolíneas están trabajando para comprender qué tipo de reticencia o deserciones de los clientes hacia otros modelos y transportistas podrían enfrentar, y por cuánto tiempo.
Boeing está trabajando con la FAA y los entes reguladores de todo el mundo para volver a certificar el aparato. Las líneas aéreas afectadas esperan que los vuelos regulares se reinicien a mediados de año.
Tiempo atrás, Boeing había respondido sobre una recomendación como esta (inclusive de parte del propio presidente de los EE.UU., Donald Trump: “Mantenemos la mente abierta a todas las aportaciones de los clientes y otras partes interesadas, pero no tenemos planes en este momento para cambiar el nombre 737 MAX.”