Según informaciones proporcionadas por un medio televisivo surcoreano; fueron encontrados los posibles restos de un aparato de Korean Air (Korean Air Lines en aquel momento) que hace más de 30 años, cubría el vuelo KE 858 entre las ciudades de Bagdad, Irak y Seúl, capital de Corea del Sur. Los posibles restos yacen en el fondo del Mar de Andaman, en las cercanías de Myanmar.

El avión, un Boeing 707-3B5C con matricula HL-7406, había despegado el 29 de noviembre de 1987 desde el aeropuerto internacional de Bagdad con destino a Seúl, previa escala en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, con 115 personas a bordo entre tripulantes y pasajeros, cuando una bomba colocada dentro de la aeronave estalló al encontrarse esta sobrevolando el Mar de Andaman.
Este atentado fue perpetrado por dos agentes norcoreanos que abordaron el vuelo de Korean Air en la ciudad de Bagdad, pero descendieron de la aeronave cuando esta se detuvo en Abu Dhabi, dejando en uno de los compartimientos elevados de carga (overhead bin), un equipaje con una bomba con temporizador adentro. Los agentes fueron detenidos por las agencias de seguridad de Bahréin cuando trataron de abandonar el país utilizando pasaportes japoneses falsos. Al ser capturados, los agentes tragaron una cápsulas de cianuro; uno de ellos identificado más tarde cómo Kim Sung-il de 70 años, murió al instante, mientras su acompañante, Kim Hyon Hui, de 26 años, sobrevivió.

Kim Hyon Hui fue trasladado hasta Corea del Sur, donde fue sentenciada por la justicia a la pena de muerte, pero más tarde recibió el indulto del presidente de la nación Roh Tae Woo al considerar que Kim Hyon fue una víctima del régimen norcoreano que la había realizado un lavado de cerebro. Kim Hyon admitió la culpa del atentado y realizó una confesión detallada y voluntaria de cómo fue orquestado el atentado; actualmente ella reside en alguna parte de Corea del Sur bajo régimen de protección al testigo con su esposo, quien era uno de los agentes de seguridad encargado de vigilarla.
Tras el atentado, los restos de la aeronave nunca fueron encontrados, pero la agencia Daego Mbc TV pasó 12 meses investigando y buscando los restos del avión, hasta que dieron con los testimonios de unos pescadores de la zona que decían conocer fragmentos de un objeto gigante en el fondo del Mar de Andaman. Con la ayuda de un sonar 3D, se localizó una sección con la forma de un ala junto a otros destrozos que parecían ser el fuselaje y otros componentes de la aeronave. Según el canal Daego Mbc, si se confirman que los restos encontrados pertenecen realmente al fatídico vuelo KE 858 de Korean Air, este resolvería uno de los mayores misterios de la aviación de Corea del Sur, como también, llevaría finalmente consuelo a los familiares de la víctimas que siguen esperando poder dar un digno entierro a sus seres queridos que perdieron sus vidas en aquella tragedia.