El constructor europeo de aeronaves Airbus dijo haber logrado un principio de acuerdo con autoridades francesas, británicas y estadounidenses, para finiquitar las investigaciones que le fueron abiertas ya en 2016 por actos de corrupción, que podrían costarle hasta 3.600 millones de euros, unos 4.000 millones de dólares americanos, y que impactarán en sus balances del año que terminó.
Los litigios en curso derivan de algunos hechos de sobornos e imprecisiones en la documentación presentada ante los Estados Unidos por la ITAR (Reglamento Internacional de Tráfico de Armas) a terceras personas para obtener la venta de aeronaves con una duración extendida en el tiempo, infracción admitida por el fabricante de con base en Toulouse.

El acuerdo fue aceptado por la SFO (Serious Fraud Office) del Reino Unido, PNF (Parquet Nationale Financer) de Francia y el Departamento de Delitos Financieros de EE.UU., pero sin embargo, no será efectivo hasta la ratificación de parte de las cortes supremas de cada país.
El valor superlativo de la multa representa un récord de sanciones para la industria, pero en caso de seguir el curso, implicará que ni Airbus ni sus directivos serán perseguidos de forma criminal por estos delitos dado que los casos se darán por cerrados.
“Pague y aquí no pasó nada”, literalmente.