Considerada como la mayor feria aeronáutica de Asia, el Singapore Airshow abrió sus puertas el día de ayer bajo una densa niebla de preocupación por la propagación del brote de coronavirus que afecta principalmente a esa región del mundo. Debido a la crisis sanitaria, varias empresas decidieron no participar, y asimismo se observa una escasez de asistentes.

Esta feria, que se celebra cada dos años en Singapur, es el lugar obligatorio de cientos de empresas tanto civiles como militares y las aerolíneas del mundo, en donde se negocian acuerdos multimillonarios como así también un lugar para que el público en general pueda disfrutar de los más espectaculares shows aéreos protagonizados por los equipos acrobáticos más renombrados a nivel mundial. Pero este año, el evento se ve eclipsado completamente por el brote del coronavirus que se expandió a más de dos docenas de países, causando la muerte a casi 1.000 personas e infectado a casi 45.000 en toda China.

Hasta el momento, Singapur ha registrado 45 casos de personas infectadas con el coronavirus, por lo que la semana pasada elevó su nivel de alerta de salud al mismo nivel que durante el brote de la SARS que causó pánico a nivel mundial en 2002 y 2003. Según los organizadores, más de 70 empresas decidieron cancelar su participación entre ellas la gigante aeroespacial estadounidense Lockheed Martin, que fabrica aviones de combate y equipos de defensa, y Bombardier y de Havilland de Canadá. De la misma manera, varias empresas de China decidieron no acudir al evento tras la decisión de Singapur en prohibir la entrada a las personas provenientes de ese país.

A pesar de esto, los organizadores decidieron seguir adelante con la feria, pero con precauciones como por ejemplo, limitar las entradas públicas, examinar a los participantes con escáners térmicos para detectar fiebres y pedirles que se saludarán desde la distancia o haciendo una reverencia, en lugar de pasar la mano.