El Air Force One, el avión más famoso de todos los tiempos, no hace falta siquiera saber mucho de aviación para conocerlo, es el avión presidencial de los Estados Unidos, el cual será renovado, y cambiará su conocido livery color azul cielo y blanco, el cual esta vigente desde la administración Kennedy. Donald Trump, actual presidente decidió que la nueva aeronave portará un diseño donde predominará el blanco, rojo y azul oscuro. El Pentágono confirmó esta semana que la pintura actualizada se aplicará al nuevo 747-8i, que Boeing está convirtiendo. Estos nuevos 747-8i, que originalmente debían ir a la rusa Transaero, reemplazarán los actuales 747-200, entregados al gobierno de los Estados Unidos en 1990.

Oficialmente designados como VC-25A, los actuales aviones presidenciales han sufrido modificaciones extensas para cumplir con las estrictas normas de seguridad del presidente de los Estados Unidos, además de proporcionar una extensión de la Casa Blanca en cualquier parte del planeta. Las aeronaves en las últimas tres décadas se han actualizado constantemente, lo que permite al mandatario norteamericano mantener su rutina en el aire, incluso en el caso de una guerra nuclear. Sin embargo, debido a que los aviones se produjeron a fines de la década de 1980, el mantenimiento de los dos VC-25A se volvió bastante costoso y lento. Según un informe del Departamento de Defensa de los EE.UU., el mantenimiento completo de cada avión lleva más de un año.

En enero de 2015, bajo la administración del presidente Barak Obama, se tomó la decisión de reemplazar los aviones con dos 747-8i, la versión más reciente del Jumbo, programada para entregas en 2024. Sin embargo, en diciembre de 2016, el recién elegido Donald Trump dijo que había cancelado el proyecto original. “El avión está totalmente fuera de discusión. Serán más de $ 4 mil millones para este programa del Air Force One, y creo que es ridículo. Creo que Boeing está tratando de aumentar ese número un poco. Queremos que Boeing gane mucho dinero, pero no tanto”. Las críticas al costo total del programa llevaron a una revisión completa del proyecto. Los aviones inicialmente mantendrían capacidades de reabastecimiento de combustible en vuelo, que no existirán en los nuevos 747-8i. El Pentágono declaró que la opción de retirar dicha capacidad se debe al amplio alcance que ya existe en la versión VIP de futuros aviones.

Otras de las modificaciones solicitadas por el jefe máximo de la Casa Blanca, fue la pintura, que adoptará un patrón de color más sobrio. Además, inicialmente Boeing debería construir los dos aviones exclusivamente para el programa Air Force One, pero por razones de costo optó por usar dos 747-8i producidos para la quebrada aerolínea rusa Transaero, por lo que nunca fueron entregados. Luego, los aviones fueron enviados al desierto, hasta que ser elegidos como los nuevos transportadores presidenciales. Y por ende, al usar aviones ya fabricados, el costo disminuyó considerablemente. “Boeing nos dio un buen trato, y pudimos aceptar eso, pero me pregunté si deberíamos usar los mismos colores azul bebé, ya que no lo somos”.

El informe del Pentágono confirmó la nueva pintura del próximo Air Force One, que sigue un patrón más elegante y cercano a la personalidad del presidente, que afirma que él personalmente eligió los colores y cómo se aplicarían al avión.